El sexto mandamiento dice: "No cometerás actos impuros". Un sacerdote de la diócesis de Terrassa está acusado de abusos a un menor de edad y el Obispado egarense investiga los hechos. En realidad, coordinará las investigaciones internas que se desarrollen en el seno de la Iglesia católica sobre la actuación de este cura, al que se imputa un delito "contra el sexto mandamiento" cometido hace más de cuarenta años en Francia.
Esas pesquisas internas, sustentadas en el Código de Derecho Canónico, se han emprendido sin perjuicio, por supuesto, de la responsabilidad penal que dictamine la Justicia francesa por los supuestos abusos sexuales atribuidos a Esteve S. P., sacerdote octogenario que se jubiló el año pasado.
Fue el propio Obispado de Terrassa el que dio difusión el sábado a la noticia con un comunicado hecho público en su web. La diócesis, encabezada por el obispo Josep Àngel Saiz Meneses, informaba de que el reverendo ha sido acusado en la población gala de Beauvais "por un presunto delito contra el sexto mandamiento" perpetrado entre los años 1974 y 1977 en aquella demarcación francesa, en la que en los años setenta del siglo pasado "estaba incardinado y ejercía su ministerio pastoral".
La Santa Sede ha determinado que la investigación de la Iglesia la coordine la diócesis egarense "en aplicación de la normativa canónica y de los protocolos vigentes sobre estos delitos".
Las pesquisas ordenadas por la congregación vaticana competente en estos asuntos se ha activado con los propósitos de "aclarar la verosimilitud de los hechos, la edad de la presunta víctima, la existencia en su caso de otras víctimas y la imputabilidad del acusado", manifiesta el Obispado de Terrassa, que subraya su "más firme condena de todo abuso sexual", particularmente en lo que le compete. Particularmente cuando el delito lo comete un clérigo. Esa reacción condenatoria, refiere la diócesis, se rige "de acuerdo con la moral y con la disciplina de la Iglesia" y en obediencia filial "a las recientes indicaciones pastorales del Papa Francisco".
La Iglesia incluye la empatía hacia los damnificados a través de la comunicación del obispo de Terrassa: "Hacemos nuestro el sufrimiento de quien se siente víctima, le pedimos de entrada perdón y le ofrecemos la oración y el afecto maternal de la Iglesia", una institución "solícita de la reparación del daño moral y espiritual que hubiera sido causado y comprometida en todo momento con la verdad y la justicia". El mensaje diocesano termina con una referencia al procedimiento judicial del Estado y el Obispado muestra su "total disposición" a colaborar con la administración "en todo lo que sea necesario para esclarecer la verdad sobre el presunto delito denunciado".
El regreso
Esteve S. P. pertenece a la diócesis de Terrassa desde el 2004, año en que el Papa Juan Pablo II creó al nuevo territorio diocesano tras dividir la archidiócesis de Barcelona y erigir los obispados de Terrassa y de Sant Feliu de Llobregat. El territorio de responsabilidad egarense ocupa la mayor parte de las comarcas del Vallès Occidental y el Vallès Oriental. La demarcación forma parte de la Provincia Eclesiástica de Barcelona junto con la archidiócesis de Barcelona y la diócesis de Sant Feliu de Llobregat.
El sacerdote implicado en el escándalo de abusos volvió a Catalunya tras ejercer en Francia y, según CatalunyaReligió.cat, fue rector de las parroquias de Martorelles y Santa Maria de Martorelles desde 1985. En junio del 2004 esas parroquias pasaron al Obispado de Terrasssa y el cura quedó incardinado en este territorio cuya dirección eclesiástica lo investiga.
El 29 de junio del 2018, Solemnidad de los Apóstoles San Pedro y San Pablo, el prelado Saiz Meneses publicó un comunicado de nombramientos de nuevos cargos para el curso 2018-2019 que incluía las jubilaciones. Entre ellas estaba la de Esteve S. P., que hasta ese momento había estado al frente, como rector, de las parroquias de Sant Joaquim y Santa Maria de Martorelles. Su nombre ya había aparecido en una renovación de la diócesis emprendida por el obispo en octubre del 2007, cuando el presbítero ahora acusado fue nombrado arcipreste en Mollet del Vallès. En la Semana Santa del 2011 se le homenajeó en la misa crismal celebrada en la Catedral del Sant Esperit. Recibió el homenaje, junto a otros cinco compañeros, porque había cumplido cincuenta años de ordenación como sacerdote.
En el verano pasado se jubiló. Había cumplido 81 años. En Martorelles y Santa Maria de Martorelles era toda una institución. Había ejercido allí de rector durante más de tres décadas. Según recordó ayer CatalunyaReligió.cat, le tributaron un reconocimiento en una fiesta de despedida con participación de autoridades y entidades. Ahora se enfrenta a una instrucción penal y otra eclesiástica por una denuncia de abusos sexuales.