Más de mil plantas de marihuana en tres fincas, dos en Can Palet de Vista Alegre y otra en Castellnou, en Rubí. Cuatro detenidos, tres de ellos ya en prisión. Esos son los datos primordiales de una operación del Cuerpo Nacional de Policía contra el cultivo de maría en casas okupadas. Eran plantaciones a lo grande vigiladas por un grupo “de experimentados narcotraficantes”, dice la Policía Nacional.
La información sobre la redada a tres bandas trascendió ayer, un día después de la publicación en Diari de Terrassa de un reportaje sobre la inseguridad generada por algunos okupas en casas de bancos de las que se habían apropiado en Can Palet de Vista Alegre. Vecinos de esta urbanización recogen firmas pidiendo amparo y denunciando lo que consideran una invasión de okupas. Algunos son discretos. Otros, al contrario, son fuente constante de conflictos. Vecinos del sector aseguraban que en varias parcelas se cultivaba maría.
El Cuerpo Nacional de Policía supo de casos concretos de supuestas plantaciones en agosto pasado y se puso manos a la obra. La investigación recayó en agentes de la brigada local de policía judicial de Terrassa y de su homónima de Sant Adrià de Besòs. La Policía Municipal de Terrassa colaboró en las indagaciones de manera activa, según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Catalunya.
Los agentes recibieron información de dos casas okupadas, una a pocos metros de la otra, en Can Palet de Vista Alegre. Las viviendas carecían de suministro eléctrico, pero tenían en funcionamiento aparatos de aire acondicionado y otros similares. La consulta a una compañía de distribución recibió la respuesta esperada: sí, la instalación estababa manipulada desde la acometida general para alimentar de luz a los inmuebles vigilados.
Semanas después los investigadores conocieron de otra casa, ésta en Castellnou. La gestionaba el mismo grupo de traficantes, según la policía. También se podía ver desde fuera el funcionamiento de aparatos eléctricos pese a que tampoco había allí suministro legal.
Registros
A finales de octubre la Policía Nacional dio el golpe con registros simultáneos en las tres parcelas. El operativo concluyó con el decomiso de 1.081 plantas de marihuana, más de 34 kilos de cogollos, utensilios para el mantenimiento de las matas “y abundante documentación relacionada con las actividades delictivas”, señala la policía.
La hierba se distribuía por la comarca y la provincia. Los agentes detuvieron a cuatro personas, tres varones y una mujer, de origen dominicano. Se les imputan delitos contra la salud pública, pertenencia a grupo criminal y defraudación de fluido eléctrico. Los tres hombres ingresaron en prisión tras pasar a disposición judicial. La mujer quedó en libertad provisional.