Terrassa

Un sugestivo debate acerca de la duración fugaz de los productos

¿Se fabrica para que los productos se estropeen y sea necesario comprar uno de nuevo después? ¿Apostamos poco o nada por reparar un aparato averiado? ¿La moda o las ansias de estar al día nos hace vulnerables a todo esto? Estas y otras fueron las cuestiones que se plantearon en una más que interesante mesa redonda que se celebró en el Museu Nacional de Ciencia i de la Tècnica de Catalunya (mNACTEC), con diferentes especialistas en la materia como invitados. Moderó el acto de forma impecable el periodista Albert Cuesta, especializado en electrónica de consumo y tecnologías de la información.

Los participantes, presentados por Cuesta, fueron Alfred Vara, jefe del departamento de prevención y eficiencia de los recursos de la Agència de Residus de Catalunya; Albert Torras, director del programa "Reparat millor que nou" del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB); Laia Tresserra, sociologa y directora de la revista Opcions; y Neus Soler Labajos, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Vara, sobre las funciones de su departamento, señaló que tratan de poner enfasis en "evitar" que haya residuos y apuntó que "el mejor residuo es el que no se ha de producir". Torras, por su parte, explicó que en"Reparat millor que nou" se procupra poner en contacto a los usuarios con un listado de reparadores para fomentar que se arreglen los aparatos o, al menos, se intente, antes de darlos por finiquitados, aunque admitió que, actualmente, "a veces, sale más a cuenta comprar una cosa nueva que reparar la vieja". Sin embargo, expuso que "tenemos un 75 por ciento de éxito en las reparaciones".

Tresserra, por su parte, aseguró que, desde la revista que dirige, se hace todo lo que se puede por luchar en contra de la obsolescencia programada y animó a los consumidores a "organizarse e informarse" para combatir esta práctica que apuesta por fabricar productos pensando en que se estropearan en un futuro no muy lejano. Animó, no obstante, a "hacer un buen uso y mantenimiento" de los productos. Soler manifestó que "este tema comienza a interesar en Europa y esto puede motivar que las empresas etiqueten indicando "cuanto durará el producto".

Ya inmersos en pleno debate, Vara recordó que hay muchos productos que ya, de por sí, dificultan su propia reparación y "no tienen manuales de reparación, e incluso algunos no tienen ni las herramientas necesarias para ello".

Tresserra, posteriormente, quiso defender al consumidor y afirmó que "se habla de las modas y se responsabiliza a los consumidores pero todo son estrategias de márketing y hay que rebajar la presión sobre las personas". A este respecto, Soler comentó que "hay un contrapeso entre innovación y obsolescencia" y añadió que "antes eran las empresas las que imponían las modas pero ahora son los consumidores los que les piden las novedades, y a través de las redes sociales les piden lo que quieren y que se adapate a sus gustos".

La profesora de la UOC sentenció que "hemnos de enseñar a las nuevas generaciones a reciclar y a reparar". Soler también recordó que "antes el padre le daba las cosas viejas al hijo y ahora es al revés, que los hijos le pasan el teléfono viejo al padre" y que "hay productos que interesa que caduquen, como es el caso de los automóviles".

Modelo de negocio
Vara explicó que "tal vez hay que cambiar el modelo de negocio y ya hay empresas que, más que vender un producto, lo que hacen es ofrecer un servicio, como el alquiler de maquinaria". Torras definio tres tipos de usuarios que asisten a su programa: los que quieren ahorrar dinero, los que reparan o reciclan por creencias ambientales o los que le ha n cogido afecto al aparato que quieren reparar y no lo quieren perder. También se refirió al concepto "obsolescencia psicológica", que definió como "las cosas que sólo se hacen viejas en nuestra cabeza".

Soler expuso que hay marcas que se guardan avances en sus nuevos productos, y se las guardan para posteriores lanzamientos, manteniendo así la antención del usuario, y Tresserra insistió en que "estamos mal educados y siempre queremos lo más barato y lo que hay que hacer es romper la equivalencia entre precio y valor". Torras, en este sentido, señaló que una de las reivindicaciones, que podrían facilitar que la gente se decantara por las reparaciones, es la del IVA. "Los consumidores piden que no tengan el 21 por ciento y reclaman que pasen a un 10 por ciento".

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