Esta problemática es diferente en algunos municipios del terrotorio catalán, pero también pasa en algunas como Madrid. Allí, como recuerda Isabel Marquès, Síndica de Greuges de Terrassa, la modalidad consiste en poner a disposición de los ciudadanos un sistema de solicutud / autorización de limpieza de pintadas en las fachadas sobre elementos de propiedad privada.
Este documento se ha de rellenar debidamente para poder solicitar de forma oficial la limpieza de una pintada o de un graffiti plasmado en una fachada de carácter privado. El documento, además, sirve como autorización, por parte del propietario de la finca, y a su vez representa un paso necesario para que los servicios de limpieza municipales puedan actuar en esa vivienda.
Otras localidades
La limpieza en localidades como son Ripoll, Malgrat de Mar, Manresa, Vilanova i la Geltrú, se efectua sin ningún tipo de coste a cargo del propietario del inmueble afectado, y se utilizan los productos requeridos para cada caso. La Síndica ha indagado la forma de resolver estas incidencias, como en Barcelona, que actúa de forma proactiva, y que informa a la ciudadanía que se cuenta con equipos de limpieza que se encargan de las pintadas o graffitis que surgen en los edificios de la ciudad y en el mobiliario urbano.