Tres puntos de doce posibles en las cuatro últimas jornadas es un balance catastrófico para quien aspira a ser protagonista del campeonato. Pese a los brotes verdes de la semana anterior en el campo del Martinenc e incluso en muchas fases del partido de este domingo contra el Figueres, el Terrassa FC se tambalea en base a los resultados del mismo modo que se sostuvo cuando estos maquillaron sus carencias iniciales. Perder dos partidos en casa contra rivales de la zona media, acumular 180 minutos sin marcar en el Camp Olímpic con futbolistas de probada capacidad realizadora y mostrar deficiencias defensivas que acaban siendo decisivas, son detalles reveladores que el conjunto de Cristian García deberá solucionar cuanto antes para encontrar la regularidad que le estabilice a todos los niveles. Sobre todo, teniendo en cuenta que ha vuelto a salir de la zona de promoción teniendo por delante dos partidos de notable calado, el primero en el campo de un Prat que aún no ha encajado ningún gol y después contra el San Cristóbal en un derbi más que incómodo.
El técnico egarense varió esta semana el dibujo táctico con el fin de distribuir de forma más racional los espacios y acentuar las virtudes de su equipo, atascado también este año cuando juega en un estadio que se ha convertido más en un problema que en una trampa para los rivales. Cristian jugó con tres centrales (Yaya, Pallàs y Guti) y dos carrileros (Nils y Dani Sánchez) y el paso adelante fue visible en algunas facetas, aunque insuficiente y aún con carencias estructurales de notable calado.
Fútbol más vertical
El Terrassa desarrolló un fútbol consistente en la presión, en el control de la posesión e incluso ganó en verticalidad, menos pausado en la elaboración y con atajos más directos hacia el área. De la mano de esas virtudes, tuvo capacidad para generar un buen número de ocasiones de gol. Pero como tantas otras veces, fue débil en las áreas. En la rival falló de forma continuada todas las oportunidades que se le presentaron, que fueron numerosas. Y en la propia sufrió en demasía y cometió errores en exceso que le llevaron a pasar una mala tarde. Ferron se convirtió en una pesadilla continua en el flanco izquierdo del ataque visitante, siempre superior a un Yaya poco resolutivo en esta oportunidad. Por si fuese poco, Ortega falló en el gol visitante después de haber tenido apariciones más que sobresalientes durante el encuentro.
Ese desequilibrio entre defensa y ataque tuvo un claro reflejo en el reparto de ocasiones, impropio del buen fútbol del Terrassa durante buena parte de la primera mitad. Los egarenses tuvieron un arranque más que prometedor (Serramitja protagonizó dos apariciones en los primeros cinco minutos muy interesantes), monopolizando el balón y encontrando soluciones ofensivas. El árbitro anuló un gol a Arranz por fuera de juego (la maniobra de Nils en el centro fue majestuosa) y Àlex Fernández ganó protagonismo ofensivo en un lanzamiento de esquina que se paseó por el área y en una acción personal de mérito que la defensa visitante abortó en el último momento. El Figueres, sin embargo, encontró en Ferron a su mejor solución ofensiva. Con menos balón y menor presencia en ataque, los visitantes tuvieron muy buenas oportunidades. Ya en el minuto 12 Ortega sacó una mano excelente en la primera acción de superioridad de Ferron sobre Yaya y en el 18 el portero del Terrassa a volvió a aparecer para despejar con el pie otro remate del delantero visitante. Un error posterior del defensa local obligó de nuevo a Ortega a aparecer para impedir el gol de Ferrón. Álvaro, a dos minutos del descanso, no acertó a culminar una buena contra de los visitantes.
Irregulares
La segunda parte empezó en un escenario similar. El dominio del Terrassa se tradujo en dos situaciones de peligro en el área del Figueres: la primera a cargo de Nils, cuyo remate despejó Aroca, y la segunda con Arranz como protagonista. Pero los desequilibrios defensivos del Terrassa dieron opciones al Figueres, cada vez más convencido de que el sistema de los egarenses tenía debilidades a explotar. Primero en un claro error de Ortega, que despejó mal un balón que fue a parar al omnipresente Ferrón, cuyo disparo no acabó en gol gracias a la espectacular reacción de Ortega, que supo reparar su fallo de forma sobresaliente. En el minuto 69, sin embargo, se produjo el gol visitante. Ferron superó una vez más a Yaya y disparó sobre el cuerpo de Ortega, a quien el balón le pasó entre las piernas y se coló mansamente en el marco.
Con el marcador en contra, el Terrassa encerró al Figueres en su área en busca de un tanto que abriese el partido a una reacción de última hora. El fútbol de los egarenses en ese tramo mereció un premio mejor. Guzmán y Coro, que había reemplazado a Ferreira, hicieron lucirse a Aroca en dos buenos disparos casi consecutivos. Cristian dio entrada a Daiskue y a Balboa para renovar sus herramientas ofensivas, encontrando mayor profundidad en la banda derecha. La mejor ocasión corrió a cargo de Daisuke en el minuto 81, con un remate prácticamente a bocajarro que se estrelló en el poste y no entró de forma inverosímil. Después fue Arranz quien ganó protagonismo, en dos remates de cabeza que no encontraron el destino pretendido.
Al Terrassa se le acabó el partido demasiado pronto, tardía como fue su reacción final derivada del tanto figuerense. Ni los cinco minutos de añadido le sirvieron para el discurso épico que otras veces le ha funcionado. Ahora deberá reparar el daño de esta jornada en un escenario de elevada complicación como es el campo del Prat, que esta semana entregó el liderato al Llagostera como consecuencia de cumplir la jornada de descanso. A siete puntos del líder, el Terrassa no puede hacer más regalos.
Terrassa FC, 0
UE Figueres, 1
TERRASSA FC. Ortega, Yaya, Pallàs, Guti, Dani Sánchez, Guzmán, Àlex Fernández, Nils, Ferreira, Serramitja y Arranz. Coro suplió a Ferreira en el minuto 56; Daisuke a Dani Sánchez en el 75; y Balboa a Serramitja en el 75.
UE FIGUERES Aroca, Puig, Romero, Canal, Tena, Eric Vilanova, Álvaro, Ritxi, Ferrón, Subi y Espuña. Sergio Álvarez sustituyó a Espuña en el minuto 61; Ivan Murillo a Álvaro en el 79; y Eric Torres a Eric Vilanova en el 87.
Árbitro. José Antonio Fernández Morillo. Amonestó a Guzmán, Arranz, Álvaro y Sergio Álvarez.
Gol. 0-1, minuto 69, Ferrón.
