El Ayuntamiento ha iniciado los trabajos del que denomina el plan director del Mercat de la Independència, un documento que describirá las acciones para adecuarse a los nuevos tiempos y demandas. La CUP presentó ayer, a través de uno de sus miembros, Ander Zurimendi, su modelo para este tipo de equipamientos comerciales y sus propuestas.
En la antesala, Zurimendi valoró que la reforma del histórico y popular mercado del Raval es "una oportunidad para incidir en el futuro del equipamiento en términos de transformación social". Sobre esta base defendió que el renovado complejo comercial debería fomentar "la soberanía alimentaria y la economía social, garantizando así el comercio de proximidad".
En sintonía con lo expuesto, el miembro de la CUP se mostró contrario a que "el nuevo mercado abra sus puertas a grandes operadores ( se ha apuntado esta posibilidad en el subterráneo) y a más bares y restaurantes". Tampoco creen que "sea imprescindible hacer una gran obra, puesto que ello perjudicaría a los paradistas actuales y futuros, así como a las arcas municipales". Tras las consideraciones, Ander Zurimendi aseguró que" el mercado puede renovarse aplicando una serie de medidas que, además. no implicaría perder identidad ni un gasto demasiado elevado". Así, la CUP apuesta por la creación de un espacio dedicado a cooperativas de economía social; como Fupar y Ca N’Oliveró, dos de las ofertas que ya existen ahora. También opinan que podría resituarse el restaurante social La Trobada, que estaba en la calle del Teatre y cerró su actividad.
Ecología
En este espacio también sitúan iniciativas de producción ecológica (verduras y frutas; carne y huevos; productos lácteos..), pasando por empresas de inserción laboral (desde Fupar a pequeños artesanos), hasta fomentar puntos de venta de los payeses de la comarca. Para la CUP, este tipo de oferta diversificada y de proximidad dinamizaría el mercado y se alejaría de otras propuestas más convencionales que apuestan por ofrecer las paradas vacías a bares y cafeterías.
Sobre la planta del subterráneo, la CUP se opone totalmente a la entrada de un gran supermercado por entender que "sería contraproducente y perjudicaría el pequeño comercio local". Como alternativa, la formación defiende la recuperación del espacio como público y lugar de encuentro para celebrar ferias de tapas y libros u otras que requieren de un lugar interior. También opinan que podría acoger "vermuts" musicales y actuaciones de pequeño formato. Zurimendi recordó también la recuperación del refugio antiaéreo para visitas.