Los trabajadores del Consorci Sanitari de Terrassa no están dispuestos a aceptar un incremento de los 25 euros anuales que pagan por utilizar el parking del recinto del Hospital de Terrassa. El comité de empresa ha decidido en la primera reunión del curso, el jueves, iniciar una campaña contra el aumento de esa cuota tras escuchar "de forma insistente" que el consejo de gobierno del CST lo estaría valorando. "Hay voces", afirman, que "consideran irrisorias" las condiciones de aparcamiento de la plantilla y que "defienden renegociarlas". El objetivo sería reducir el volumen de vehículos que aparca diariamente en el centro, donde en horas punta cuatro de cada diez plazas del parking las ocupan trabajadores del complejo hospitalario.
El comité de empresa ha remitido este mismo jueves una carta a los grupos municipales de Terrassa en la que explica el problema y emplaza a los partidos a posicionarse. Los representantes de los trabajadores recuerdan que un 40% de la representación del consejo de gobierno está en manos de representantes municipales y que entre los votantes de las próximas municipales hay muchos trabajadores del Hospital.
Pacto en tiempo de recortes
La cuota del parking que abonan los trabajadores no es un privilegio caprichoso, dicen, sino una compensación en el marco de los recortes sanitarios. Los 25 euros fueron "una contrapartida" ofrecida por la dirección del CST en uno de los tres pactos de recortes firmados en el Hospital de Terrassa durante la crisis, concretamente el de 2013. El acuerdo, recuerdan desde el comité de empresa, "fue mal encajado por los trabajadores, que defendían mantener la situación previa, sin recortes ni coste por aparcar en el Hospital".
La plantilla expliaca que los salarios de los empleados del Hospital de Terrassa aún son, de media, un 5% inferiores a los que percibían en 2008. Ha habido empleados que en el momento álgido de la crisis "han sufrido hasta un 30% de recorte del sueldo por hacer el mismo trabajo". La saturación del parking del Hospital de Terrassa es uno de los problemas que afrontan los gestores del centro. En horas punta se suceden las colas para conseguir una plaza y muchos usuarios se ven obligados a aparcar en los viales de acceso al hospital e incluso en la carretera.
Transporte público
En buena medida la saturación del parking del Hospital de Terassa tiene que ver, afirma la plantilla, con la falta de una alternativa real en transporte público para los usuarios y también para los trabajadores del hospital. Como ejemplo citan la plantilla nocturna, horario en el que no hay oferta de bus. También a los profesionales que proceden de municipios de la comarca o de Barcelona. En esos casos "la cantidad de combinaciones" para llegar al hospital "superan de largo las 2 horas por viaje". Los residentes en sectores periféricos de Terrassa como Les Martines o Les Fonts "tardan casi una hora".
El comité de empresa lamenta que no exista "una alternativa ecológica" al coche y que la única forma de acceso al Hospital de Terrassa sea la N-150, una vía " que no está acondicionada para que circulen peatones y mucho menos bicicletas de forma segura".