Jordi Savall será hoy el encargado de inaugurar, junto a Dimitri Psonis, la nueva temporada de música en el Centre Cultural, un ciclo especial que se ha bautizado con el título de "Amb veu pròpia" y que se celebrará en la sala de actos de este equipamiento, de momento hasta el próximo mes de diciembre. El concierto comienza a las nueve de la noche y el precio es de 28 euros.
Jordi Savall es una de las personalidades musicales más polivalentes de su generación, y está avalado por más de cincuenta años de trayectoria, a lo largo de los cuales ha escogido repertorios "abandonados en la oscuridad de la indiferencia y del olvido" y pertenecientes al catálogo de música antigua.
Savall, un músico admirado internacionalmente, se ha dedicado "a la búsqueda de estas músicas antiguas", y persiguiendo su difusión "las lee y las interpreta con su viola de gamba, o como director. Sus actividades como concertista, pedagogo, investigador y creador de nuevos proyectos, tanto musicales como culturales, le sitúan entre los principales artífices del fenómeno de revalorización de la música histórica", se subraya en su biografía.
Jordi Savall viene a Terrassa con una propuesta que se presenta como un diálogo entre "El llibre de la Ciència de la Música", del moldavo Dimitrie Cantemir (1673-1723), con las tradiciones armenias, griegas, serfarditas y occidentales (de España, Francia e Italia).
Encrucijada
El punto de partida es Estambul, encrucijada entre dos continentes, ciudad que en la época de Dimitrie Cantemir se había convertido en el corazón del mundo religioso y musulmán. Cantemir se instaló allí durante veinte años, desde 1688 hasta 1710. En esa época se convirtió en un famoso intérprete de tanbur, una especie de laúd de mástil largo, y tuvo un importante reconocimiento como compositor, en especial con esta obra, que le dedicó al sultán Ahmed III.
La obra es "una fuente fundamental de conocimiento de la teoría, el estilo y las formas musicales del siglo XVII y es uno de los testigos más interesantes sobre la vida musical de Istambul."
En concreto, el libro contiene 355 composiciones musicales, de las cuales nueve pertenecen al propio Cantemir y están escritas en un sistema de notación musical inventada por el autor. Es la colección más importante de música instrumental otomana de los siglos XVI y XVII que ha llegado hasta nuestros tiempos.