Terrassa

Tras la crisis, el abandono de perros y gatos se estabiliza

Este verano, el Centro de Atención de Animales Domésticos (CAAD) de Terrassa permanecerá atento al abandono de mascotas en la ciudad, donde tras varios años de incremento constante de desamparo tanto de gatos como de perros, las cifran llevan tiempo estabilizadas. A pesar de ello, las vacaciones vuelven a ser nefastas para los animales de compañía. Coincidiendo con la época de viajes y desplazamientos, la poresencia de animales en la calles aumenta.

"Durante los años de la crisis económica hemos visto incrementarse los abandonos de perros y gatos en la ciudad -explica Marc Armengol, teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad-. El cambio del ciclo económico y las campañas de concienciación han hecho que las cifra remitan, aunque en verano vuelven a despuntar".

El verano pasado, el Centre d’Atenció d’Animals Domèstics de Companyia Terrassa (CAADT) recogió un 19% más de mascotas, especialmente perros, rompiéndose así la dinámica de los últimos ejercicios, en que los perros y gatos defenestrados por sus propietarios habían ido descendiendo. Entre junio y agosto, se recibieron 253 mascotas, un 19% más que en el mismo periodo de 2016, cuando hubo 212 abandonos. 137 de los animales recogidos fueron perros, lo que significa un 35,6% más que el verano anterior, y 116 fueron gatos, que supone un crecimiento del 4,5%.

El CAAD de Terrassa, ubicado a las afueras de la ciudad, es el centro de referencia para la atención y cuidado de los animales sin dueño, lo que de toda la vida se ha conocido como perrera. Aún hay quien cree que en el centro se sacrifican animales, pero no es así (salvo casos muy justificados en que la situación del animal es incompatible con la vida). Desde 2007, en Catalunya está prohibido sacrificar animales en las perreras.

808 entradas en 2017
Las últimas estadísticas revelan que el CAAD cerró el ejercicio 2017 con un total de 808 entradas de animales, 510 perros y 298 gatos. Durante el primer trimestre de 2018 entraron en el centro 183 mascotas (125 perros y 58 gatos), una media similar a la del ejercicio anterior. A fecha 2 de julio, el equipamiento cuenta con un censo de 70 perros y 52 gatos. El dato de los canes es estable, el de los gatos se dispara en este época por coincidir con su periodo de cria.

Las salidas del CAAD superan a las entradas, lo que pemite una gestión sostenible del centro. El grueso de las salidas responden a adopciones (443 en 2017 y 101 en el primer trimestre de 2018). Se recuperan más de doscientoas mascotas anualmente y en 2017 se practicó la eutanasia a 52.

Conviene recordar que si bien en estos años recientes, el CAAD había visto disminuir el número de propietarios que se desprendían de sus mascotas, durante los años más fuertes de la crisis, los abandonos crecieron y no sólo fueron los meses veraniegos, sino que era una situación mantenida en el tiempo.

En los últimos años, la perrera ha ido aumentado el número de recuperaciones; es decir de perros y gatos que son devueltos a sus dueños. En 2014, el 23% de las mascotas que entraron al centro fueron devueltas a sus propietarios; fue del 28% en 2015 y el 27% el año pasado y el 26,9% en 2017. En estos casos es muy importante que el animal tenga chip y esté censado.

El Ayuntamiento dispone de un censo municipal en el que hay inscritas unas 9 mil mascotas, de las alrededor de entre 20 y 25 mil que se estima que hay en la ciudad. En el censo constan unos 7 mil perros, otros 717 de los considerados potencialmente peligrosos, más de 1500 gatos y 5 hurones. El coste de "empadronar" a los animales de compañía, que conlleva la obligación de que tengan colocado un chip, es de 14 euros al año, aunque esta tasa municipal cuenta con bonificaciones y exenciones.

Si las recuperaciones van aumentando, las adopciones se van manteniendo, aunque con ligeras variaciones. En 2014, el 62% de los animales que entraron al CAAD encontraron finalmente una familia en la que vivir. En 2015 fueron el 61%, en 2016 el 51% y en 2017 el 51,8% de los perros y gatos.

Si alguna persona desea adoptar alguno de los animales del CAAD, el personal le asesora en función de sus necesidades y situación. Se le permite estar un rato con el animal, sacarlo a pasear e interactuar con él antes de que tome la decisión. Si aún así, el can o minino no se adaptan a su nuevo hogar o viceversa, el nuevo propietario tiene un plazo de 20 días para devolverlo al centro. Los perros que tienen más dificultades para ser adoptados son los considerados peligrosos, los más viejos y aquellos con alguna enfermedad. En el mundo gatuno, son los de color negro a los que más les cuesta encontrar un hogar.

En el fomento de las adopciones han sido muy importante los convenios que el CAAD mantiene con protectoras de animales de Alemania desde hace seis años. A este país se envían tanto gatos como perros.

Entre adopciones y recuperaciones los responsables del centro aseguran que al final del año las cifras quedan muy compensadas: no salen todos los que entran, pero sólo queda un pequeño remanente.

Con capacidad para 120 perros
En este momento, el numero de animales que hay en la perrera es de 70 perros y 52 gatos. El centro cuenta con 117 jaulas. Desde las última reforma todas ellas son de obra, en lugar de chapa, lo que ha mejorado mucho las condiciones de bienestar de las mascotas. Los animales están juntos o separados en función de sus necesidades (los cachorros, por ejemplo, suelen estar juntos). La capacidad máxima es de 120 perros.

El responsable del día a día en el centro, Juan Carlos San José, explica que todos los canes salen varias veces al día a pasear, acompañados por trabajadores del centro y, sobre todo, por voluntarios.

El papel de Progat
Además de las jaulas para perros, el centro dispone de una zona específica para gatos y de una colonia propia de gastos silvestres.

Además de acoger a los gatos que llegan, el CAAD también se encarga de esterilizar a los gatos asilvestrados como parte del programa municipal de control de los gatos callejeros. El Ayuntamiento tiene en funcionamiento este programa para tener bajo control el número de colonias de gatos que hay en la ciudad, cuyo problema principal es la rápida reproducción de estos ejemplares.

Para esta misión es fundamental, señala Argemí, la labor que hacen los miembros de la asociación Progat en Terrassa. Ellas, ya que la mayoría de las colaboradoras son mujeres, se encargan de capturar a los gatos para llevarlos al CAAD, donde se les somete a revisión y se les esteriliza. Este año ya han esterilizado a 71gatos (280 en 2017). Después, también Progat se encarga de ponerles comida seca y agua adecuada al número de gatos localizados en cada colonia y controlar la llegada de nuevos vecinos a estas zonas.

To Top