Interpol y Europol trasladaron a España a siete agentes para trabajar junto a los policías nacionales y los mossos d’esquadra enfrascados en una macroinvestigación contra la mafia armenia. El vasto operativo no tenía precedentes, habida cuenta de la cantidad de detenciones previstas: 142, y de los registros: 73. Todo se desencadenó ayer. Todo estaba dirigido desde Terrassa, desde el juzgado de instrucción número 2. Porque todo tenía su origen en el doble asesinato de dos georgianos cometido en la ciudad, en el barrio de Roc Blanc, en enero del 2016.
El golpe de ayer fue contra la mafia armenia, emparentada con la georgiana en muchos puntos de Europa. El Cuerpo Nacional de Policía y los Mossos d’Esquadra desarrollaron la operación con la participación de más de mil policías e incluso se montaron tres oficinas móviles en Barcelona, Valencia y Alicante para evaluar todos los datos obtenidos en los 73 registros en inmuebles radicados en Barcelona, Madrid, Valencia, Alicante, Albacete, Elche y Cartagena, y autorizados por el juzgado de instrucción número 2 de Terrassa. La Fiscalía especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada acordó las detenciones de 142 personas, en su mayoría ciudadanos armenios que vivían en Catalunya, Madrid y la Comunidad Valenciana.
Los delitos perseguidos son variados, desde el relativo a la organización criminal al de blanqueo de capitales, pasando por los delitos contra el patrimonio (robos), contrabando de tabaco, narcotráfico, corrupción entre particulares, extorsión, amenazas y coacciones. El catálogo delictivo se completaba con la tentativa de asesinato y lesiones, la receptación, la detención ilegal, la tenencia ilícita de armas y la falsedad en documentos oficial y mercantil.
Según los mossos, los casos de corrupción investigados están vinculados a apuestas deportivas. En las inspecciones se requisaron paquetes de tabaco de contraban- do.
Pocas teclas delictivas dejaban de tocar los investigados, a tenor de las pesquisas. Según la Fiscalía, la policía comprobó que en Europa en general, y en España en particular, los llamados "ladrones en ley" de origen armenio convivían "con poderosas estructuras". Los "ladrones en ley", máximas autoridades criminales en los países de la extinta Unión Soviética, gobiernan redes de delincuentes en uno o más territorios que no siempre coinciden con las fronteras políticas; son los responsables últimos y directos de las acciones que se desarrollan en esas demarcaciones. Los acuerdos para el reparto de territorios, y las especialidades delictivas a desplegar, se toman en las "skhodkas", que sirven también para las nuevas coronaciones de jefes.
La caja común
La Fiscalía subraya la importancia de la caja común, denominada "obschak" y gestionada por el jefe, el "ladrón en ley", el "Vor v Zakone". A ella deben contribuir todos los integrantes de la organización con un porcentaje de los beneficios obtenidos de las actividades criminales. Además, los miembros de los grupos deben realizar aportaciones periódicas a la caja por el mero hecho de pertenecer a la organización y las cajas comunes territoriales deben destinar parte del capital a una caja global. Para los flujos monetarios entre unos y otros los investigados usaban a miembros de menor rango para recibir y enviar dinero con empresas especializadas o entregarlo en mano a los jefes, según la policía. A su vez, los "Vor" gestionaban el capital ilícito "con el fin de realizar inversiones patrimoniales o compras de material subastado para venderlo en el extranjero y así blanquear los beneficios".
El equipo conjunto creado por los mossos y la Policía Nacional decidió dividir la investigación en dos fases al percibir la vastedad de la red. La primera fase se desarrolló el 28 de noviembre pasado. Entonces se desarticuló un entramado asociado al grupo liderado por uno de los jefes más buscados y con el que se relacionó a los dos asesinados en Terrassa. En aquel dispositivo de noviembre se detuvo a más de treinta georgianos y se inspeccionaron catorce inmuebles, entre viviendas y empresas. La segunda fase se ejecutó ayer.
La policía tenía la intención de desmantelar "la mayor organización internacional de origen armenio asentada en Europa, íntimamente relacionada con el entramado criminal georgiano desarticulado a finales del 2017". Entre los detenidos ayer figuraban seis líderes con rango de "ladrón en ley". Al mismo tiempo que se desencadenaba el operativo policial, el juzgado instructor terrassense emitía cinco órdenes internacionales de busca y captura, bloqueaba numerosas cuentas corrientes y embargaba bienes de los implicados.