El Festival de Poesía Elixir, que dirige la actriz Rosa Boladeras, alcanzó el sábado por la noche su zenit. Se celebró “La Ràtzia”, la propuesta más sugerente del certamen que tiene como objetivo dejarse seducir por los versos en calles y plazas. Y de nuevo lo consiguió. Más de 700 personas se dieron cita en el Vapor Ventalló para escuchar y disfrutar de los poemas, que en esta ocasión tenían voz femenina: Dolors Miquel, Laia Carbonell, Anna Fernández (padrina del evento) y Maria José Martín de la Hoz.
La plaza porticada de La Rasa presentaba a eso de las 8.30 del sábado un ambiente inmejorable. La ciudadanía, en rigurosa cola, acudía a la mesa de la organización para acreditar su reserva y colgarse la insignia de los “elixirians” en la solapa. Tras unos minutos, que no fueron demasiado largos, empezó el espectáculo sobre un escenario singular protagonizado por una camioneta al estilo “vintage”.
Sobre la misma, la cantante Magalí Sare, quien acompañada por el bajista Manel Fortià, ofreció tres temas que llegaron como una brisa suave por la calidez de su voz. Magalí creó con buena nota la atmósfera que requería el espectáculo que vendría después. Desde allí, guiados por los músicos Quim Garcia y Alba Ruiz, y a ritmo de saxo, nos encaminados hacia la plaza del Rector Homs, frente a la Seu d´Ègara, para compartir los versos de tres poetas reconocidas Dolors Miquel; Laia Carbonell y Maria José Martín de la Hoz que, al mismo tiempo, fueron rapsodas.
Creatividad y talento
Las escritoras, cada una con su estilo propio, confirmaron su talento en describir en verso esa realidad cotidiana que tiene tantas texturas y matices. Las tres demostraron que son capaces de versionar poéticamente todo aquello que nos produce buenas sensaciones y también todo aquella que nos crea animadversión o rechazo. así como sacar la punta al lápiz para dar la vuelta a una situación desgradable, quitarle hierro y llevarla al terreno del humor, la ironía y el sarcasmo.
La noche poética del Elixir fue, como siempre, mágica ( este año también reivindicativa y de color amarillo) y envuelta de un escenario natural (la Seu d´Ègara) que recobra un manto especial cuando ha oscurecido. Dolors Miquel, muy premiada y publicada; Laia Carbonell, emergente y Ajo (tal como se conoce a la escritora Maria José Martín), con “look” rebelde se llevaron aplausos durante y al finalizar sus actuaciones. Decía Rosa Boladeras al inicio de “La Ràtzia” que hay que elegir entre dos opciones: poesía o morir. Nos quedamos con la primera, por supuesto.