Acababa de salir de las cocheras. El bus de Tmesa circulaba por la calle de Joan XXIII, ayer por la mañana, cuando su motor empezó a arder. El fuego destruyó buena parte del vehículo. No hubo heridos.
Los bomberos recibieron la comunicación de alerta a las 5.45 de la mañana: se había declarado un fuego en un autobús urbano a su paso por el sector de Les Arenes-La Grípia-Can Montllor.
Tres dotaciones de Bombers de la Generalitat se dirigieron al punto indicado en el aviso: la calle de Joan XXIII, a unos pocos metros de la esquina con la del Puigmal. Llegaron también varios agentes de la Policía Municipal.
El incendio se extendía. Había pasado del motor a la carrocería. Efectivos de la Policía Municipal cortaron el tráfico en la intersección referida y lo desviaron por calles adyacentes mientras los bomberos atacaban las llamas. Una dotación del cuerpo de emergencias trabajó durante una hora. Otra, durante una hora y cuarto. Una tercera estuvo en la zona una hora y media. A las 7.15 de la mañana la policía reabrió la circulación.
El incendio se saldó sin heridos ni intoxicados. Según fuentes de Bombers, las cuatro personas que se encontraban dentro del autobús ya estaban fuera del vehículo cuando se presentaron los camiones de extinción. Los daños materiales sí fueron significativos: el fuego quemó por completo la mitad trasera del bus, de la línea 3, y la humareda generada afectó a las fachadas de dos edificios de la calle de Joan XXIII.
Investigación
Las causas del espectacular fuego se desconocen aún, según manifestó ayer el Ayuntamiento. Tmesa sustituyó el autobús quemado por otro para continuar el servicio de la línea 3, que conecta Les Arenes-La Grípia-Can Montllor con el barrio de La Maurina.
La empresa de transporte público investiga los hechos para identificar el origen del incendio. El vehículo destruido no formaba parte de la última remesa de buses nuevos. Tenía diez años.