Cada 10 de mayo se conmemora el Día Mundial del Lupus, una enfermedad auto-inmune cuyo nombre, "lobo", responde a una erupción en la cara que se asemeja a las marcas de estos animales. Es mucho más frecuente en las mujeres, nueve de cada diez casos. La edad media del diagnóstico se sitúa en 33 años. Una reumatóloga y una paciente lanzan mensajes para dar visibilidad a esta patología y explican en qué consiste.
El lupus se encuadra dentro de las enfermedades autoinmunes. El sistema inmunológico o de defensa de nuestro cuerpo produce proteínas llamadas anticuerpos para proteger el organismo de virus, bacterias y otras sustancias extrañas denominadas antígenos.
En una enfermedad autoinmune como el lupus, informa en su web la Sociedad Española de Reumatología (SER), el sistema inmunológico se "confunde" y no diferencia entre las partículas extrañas (antígenos) y las propias células o tejidos, y produce anticuerpos en contra de "sí mismo".
¿Cómo se manifiesta?
Es una patología inflamatoria crónica que puede afectar a muchos órganos, como la piel, las articulaciones, los riñones, el corazón o los pulmones. No obstante, la mitad de los pacientes tiene afectación casi exclusiva de piel y articulaciones. Se trata de una patología que se manifiesta alternando periodos de mayor actividad o más síntomas (exacerbación o brotes) con otros de inactividad (remisión). El nombre de "lobo" no se debe a su ferocidad sino al aspecto que pueden tener los pacientes por la afectación cutánea de la enfermedad.
El lupus es más frecuente en la raza negra y en los asiáticos. Aproximadamente, una ciudad que tenga 100.000 habitantes, cada año registrará siete casos nuevos de lupus. Puede aparecer a cualquier edad, aunque en la mayoría de los casos aparece entre los 17 y 35 años.
Diagnóstico y mensajes
"La dificultad del diagnóstico va a estar condicionada por cómo se manifieste la enfermedad. En el caso de pacientes con un debut muy florido de la enfermedad con manifestaciones clínicas muy típicas y alteraciones analíticas, el diagnóstico se puede realizar de forma inmediata o en pocos días. En el otro extremo están los pacientes con poca sintomatología y quizá sin alteraciones analíticas y en los que es necesario más tiempo hasta que van sumando otras manifestaciones que permiten hacer el diagnóstico, o bien pacientes que debutan con manifestaciones atípicas de la enfermedad", resalta la doctora María Galindo Izquierdo, portavoz de la Sociedad Española de Reumatología y reumatóloga especialista en lupus en el Hospital Universitario 12 de Octubre (Madrid).
El lupus no tiene cura en la actualidad. "Es una enfermedad cuyo desarrollo depende de muchos aspectos, genéticos, ambientales y los propios del sistema inmune. No conocemos la causa última y por tanto, no tenemos herramientas para su erradicación definitiva. Pero afortunadamente el avance terapeútico y la descripción de nuevas dianas terapéuticas hace que hayamos mejorado su control", resalta la especialista.
Ante el Día Mundial de esta patología, hoy 10 de mayo, la reumatóloga pone el acento en el diagnóstico precoz y en la colaboración multidisciplinar, desde las áreas de nefrología, hematología y cardiología, entre otras. Su mensaje es de optimismo por la investigación en los tratamientos patogénicos de la enfermedad. El día a día depende de cada caso: "No hay dos lupus iguales, Y no tiene cura. Hay que cuidar las horas de descanso, la alimentación… tenemos menos batería que el resto de la gente y hay que gestionar mucho el reposo y la actividad diaria", explica.