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La construcción es el sector con un mayor número de accidentes mortales

Si nos preguntamos si el hecho de que haya más trabajadores y más presupuesto implica también un incremento del dinero que se dedica a la prevención de accidentes laborales, parece ser que la respuesta es "no". Debido a la crisis, se ha invertido menos en este apartado y, en consecuencia, aumentan los accidentes laborales. Según datos del año 2016 del Ministerio de Trabajo, los accidentes en construcción aumentaron un 9’8% respecto el año anterior. La cifra más alta de accidentes por cada cien mil trabajadores se da en este sector, que también es de los primeros en materia de accidentes mortales. Los sindicatos llevan años haciendo campañas para concienciar tanto trabajadores como empresas sobre la exposición que sufren algunos operarios de la construcción a materiales cancerígenos, así como otros riesgos como caídas, contusiones, etc.

Estudios que se han hecho sobre la siniestralidad en la construcción aseguran que la gran mayoría de accidentes se producen por falta de organización más que por errores en la ejecución. Así pues es esencial llevar a cabo una prevención desde el proyecto, es decir, planificar desde el papel todo lo que pueda pasar. ¿Cómo se pueden prevenir los principales accidentes que suceden en este sector? Los especialistas aconsejan diversas pautas, de las cuales haremos un pequeño resumen.

Caídas. Pueden ser en el mismo nivel o en distinto nivel (es decir, de un piso superior a una altura considerable, por ejemplo en escaleras). Entre los principales motivos de caídas se encuentran los resbalones, los tropezones con objetos mal posicionados, la falta de accesos seguros a los andamios, etc. Todos estos factores se pueden evitar con una buena organización, asegurando que todos los objetos tienen un sitio asignado, que el espacio de trabajo se encuentra limpio y en buen estado antes de empezar a trabajar o que las aperturas están señalizadas de forma clara.

Caídas de objetos. Se suelen producir también como consecuencia del desorden. La gran mayoría de estos accidentes se pueden prevenir vigilando que las poleas y los cables estén en buen estado, asegurados y que ningún trabajador se sitúe debajo de los objetos que se están trasladando de un lado al otro. En caso de detectar cualquier tipo de inseguridad, se debe contactar con el responsable de la obra.

Heridas con herramientas de trabajo. Tenemos que distinguir entre las que son provocadas por una mala ejecución y las que son causadas por una mala prevención. En el primer caso, suelen ser provocadas como consecuencia de la falta de atención en la tarea que se está realizando y por cansancio mental. Es aconsejable que el trabajador haga una pausa para descansar cada vez que sienta que automatiza las tareas y las hace sin darse cuenta. En el segundo caso, muchos de los cortes se deben al uso de herramientas no apropiadas para la tarea que se quiere realizar, como por ejemplo usar un tornavís para agujerear una superficie. También hay la posibilidad de lesionarse por no usar el equipamiento adecuado: se debe llevar el cinturón de herramientas y el uniforme tiene que ser ajustado para evitar que las herramientas se enganchen a la ropa.

Situaciones más concretas
Estos que hemos mencionado son los accidentes más frecuentes, pero también hay otros de más específicos según en qué tipo de construcción se trabaje. Por ello daremos unos cuantos consejos para aplicar en situaciones diversas.

Tratar con productos tóxicos o contaminantes. Hay que tratar de que los materiales que puedan ser perjudiciales para la salud del trabajador estén siempre debidamente etiquetados y que las condiciones de uso estén claras. No se deberían cambiar de su envase original y cualquier exposición a un producto tóxico sin la protección adecuada debe ser notificada al responsable y a un especialista.

Riesgo eléctrico. En según qué fases de la construcción se usan grandes cantidades de cables y equipos eléctricos. Estos cables deben estar situados fuera de zonas de paso de vehículos o personas, ya que se pueden deteriorar y dejar el cobre expuesto, lo cual puede provocar incendios. Además, los cables en medio del paso pueden provocar caídas. Los materiales eléctricos deben estar aislados, para evitar electrocuciones. Siempre se debe dejar que el personal especializado sea quien manipule esta clase de equipos y, en caso de tener que hacerlo un trabajador, es necesario llevar puesto el equipo de protección recomendado.

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