El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha abandonado poco antes de las dos de la tarde la prisión de Neumünster, en el norte de Alemania, donde ingresó el pasado 25 de marzo tras ser detenido en aplicación de la euroorden dictada por España. Ante decenas de periodistas y reporteros gráficos, Puigdemont, que salió del centro penitenciario acompañado de sus abogados, exigió, tras agradecer las muestras de apoyo y solidaridad recibidas en los últimos días, la libertad de todos sus compañeros que siguen en la cárcel y consideró que es “una vergüenza para Europa” que existan “presos políticos”.
Poco antes, la Fiscalía General de Schleswig-Holstein había informado de que Puigdemont había presentado la fianza de 75 mil euros que le impuso el jueves la Audiencia Territorial de ese estado federado para dejarlo en libertad.
El expresident ha comunicado también a la Fiscalía el lugar en el que va a residir en Alemania mientras el tribunal estudia su entrega a España por malversación de fondos públicos, después de descartar el delito de rebelión. La Fiscalía, que avanzó que no facilitará esa dirección, ha informado a la prisión de Neumünster poco después de las once de la mañana que el expresident podía ser puesto en libertad de forma inmediata. Asimismo, fuentes de la Fiscalía indicaron que ese organismo no tenía margen pare recurrir la decisión de la Audiencia.
A la prisión se acercaron también una veintena de simpatizantes y el empresario catalán Josep María Matamala, amigo personal del expresidente de la Generalitat y una de las personas que le acompañaba en el coche con el que entró en territorio alemán el domingo 25 de marzo, cuando fue detenido.
Esta tarde, Puigdemont tiene previsto ofrecer una rueda de prensa en Neumünster, a donde se dirige también una delegación de diputados de su partido, JxCat, y de ERC que ha viajado a Alemania.