Vallés

Primera fase de la renovación del alcantarillado de Can Prat

El Ayuntamiento de Matadepera ha iniciado la primera fase de las obras de renovación de la red de alcantarillado del sector de Can Prat, que es muy viejo y se encuentra muy deteriorado. Los trabajos corren a cargo de la empresa Simsa, que los está ejecutando, tras ganar el concurso público, por un importe de casi 68 mil euros (el precio de licitación era de unos cien mil euros). Las obras se prolongarán dos meses y consisten en la renovación del colector que transcurre por la plaza de l’Olivera y la calle de Gaietà Vallès hasta su confluencia con la de Marc Comerma. Se trata de un colector que recoge las aguas residuales de una parte importante de todo el alcantarillado de Can Prat.

El nuevo tubo tiene un diámetro notablemente superior al que sustituye, con la finalidad de recoger las aguas de manera adecuada, dando respuesta a las necesidades reales de una urbanización que ha ido creciendo en habitantes a lo largo de los años. No hay que olvidar que la tubería antigua "si es la original, tiene unos 50 años", precisó ayer el concejal de Servicios, Pol Roura, por lo que, añadió, "era necesario sustituirla por una de mayores dimensiones ya que hay muchas más viviendas" que hace medio siglo.

A esta primera fase de la renovación integral del alcantarillado de Can Prat seguirán entre tres y cuatro más, aunque de momento no hay ni calendario ni presupuesto asignados.

Numerosas anomalías
Si esta primera fase se hace ahora es porque "era una urgencia", precisó ayer Roura, quien vaticinó que "tardaremos entre dos y tres años en realizar la segunda ya que también hay otras actuaciones urgentes en el municipio" relacionadas con el alcantarillado. El concejal concluyó que las siguientes fases se harán "en función de la urgencia y la disponibilidad presupuestaria".

El proyecto de renovación del alcantarillado, redactado por la Diputació, asciende a 600 mil euros, por lo que la inversión de esta primera fase es pequeña comparada con el montante total. Precisamente por su carestía la actuación se hace por fases ya que hay que renovar 437 metros lineales de tuberías de diferentes diámetros, 40 pozos de registro y un pozo rebosadero.

Según se explica en el proyecto, la red actual presenta numerosas anomalías y da muchos problemas a los vecinos, con tramos donde el agua no corre y en caso de lluvia, se produce la apertura de las tapas de las alcantarillas. También hay tramos que discurren por debajo de edificaciones y otros donde la cañería se encuentra en mal estado de conservación, defectos que en general provocan problemas de humedades y vertidos puntuales.

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