El Hospital Universitari MútuaTerrassa ha remodelado por completo la unidad de cuidados intensivos, transformando el modelo convencional de espacio cerrado y sometido a un estricto horario de visitas. El hospital estrena una UCI que pone el foco en el paciente y sus familiares, mejorando su privacidad durante el ingreso y otorgando un mayor nivel de autonomía en el confort de la estancia.
El nuevo equipamiento fue inaugurado ayer por el director del Servei Català de la Salut (CatSalut), David Elvira, acompañado del alcalde de Terrassa, Alfredo Vega y el presidente de Mútua, Jordi Parera, así como el gerente del Àmbit Metropolità Nord de la Regió Sanitària Barcelona, Lluís Franch. Se prevé que la unidad entre en servicio en marzo, después de la validación técnica y el traslado.
La nueva UCI ocupa la cuarta planta del hospital, donde se ha incrementado la dotación de camas de 12 a 14, con la posibilidad de atender hasta 20 pacientes simultáneamente si se dan situaciones excepcionales de emergencia.
Una de las novedades más destacadas de la UCI de Mútua es que la totalidad de los boxes disponen de luz exterior natural, que los pacientes y sus familiares podrán modular según sus necesidades. Cada espacio está equipado con puertas y ventanas que pueden ajustarse para oscurecer el ambiente y modificar la temperatura de manera autónoma. El box está equipado también con herramientas de control del sonido ambiental y del sistema de iluminación artificial.
La nueva UCI rompe definitivamente con las visitas restringidas asociadas tradicionalmente al servicio. La unidad introdujo hace tiempo el principio de flexibilidad en las entradas de familiares y lo mantiene en las nuevas instalaciones. Los horarios de acceso se adaptan a las circunstancias y necesidades de cada paciente y, si estas lo permiten, garantizan el acompañamiento continuado.
Los nuevos boxes son más grandes -los profesionales y las visitas ya no sufren la presión de la falta de espacio- y más íntimos.
En este sentido, David Elvira, secretario general en funciones del Departament de Salut, destacó durante el acto de inauguración que la nueva unidad reúne dos grandes aspectos para garantizar una mejor recuperación y supervivencia de los pacientes: la técnica y la humanización. "Se trata de una unidad lo más actualizada posible, con la última innovación tecnológica", a la vez que se pone el foco en el confort del paciente y se permite un mayor acceso a los familiares, dijo.
Dos áreas diferenciadas
Por su parte, el presidente de MútuaTerrassa, Jordi Parera, recordó que esta renovación de la UCI ha sido "largamente esperada y demandada". "Hace décadas que se hablaba de ponerla al día", contó Parera, que aseguró que la remodelación se había planteado en varias ocasiones, pero varias circunstancias la habían hecho posponer.
Así, cuarenta y dos años después del estreno de la primera UCI del hospital, Mútua concluye ahora la primera gran remodelación del espacio clínico, que ha estructurado en dos áreas diferenciadas en función de las necesidades de atención de los pacientes.
El servicio, que ocupa una superficie de casi 800 metros cuadrados, cuenta con la UCI A, integrada por 8 boxes de 14 metros cuadrados cada uno. Se trata de espacios equipados con sobrepresión para evitar la entrada de aire del exterior, cierre automático de puertas y vidrios electropolarizados que proporcionan opacidad en caso de necesidad.
La UCI A está situada en el centro de la unidad, desde donde los profesionales tienen una visión directa de todo el espacio de box.
La UCI B se estructura en habitaciones, siguiendo el patrón de una planta tradicional de hospitalización. Cuenta con 6 salas individuales de 20 metros y todas ellas con baño. La equipación técnica es idéntica a la de los boxes y el espacio está concebido para albergar a dos pacientes si fuera necesario.
Además, la nueva unidad de cuidados intensivos cuenta con dos habitaciones depresionadas concebidas para el aislamiento de pacientes afectados por patologías infecciosas transmisibles.
En el centro de la planta se ubican los espacios comunes, como la sala de espera, el mostrador, un despacho para informar a los familiares en la intimidad y un baño, además de las dependencias del personal (trabajo y zonas de descanso).
Como es habitual en las zonas de cuidados intensivos, la planta cuatro cuenta con cámaras de vigilancia para facilitar la supervisión desde la unidad de enfermería, termodesinfectadores de cuñas y botellas.
Durante el acto de inauguración, el alcalde de la Terrassa, Alfredo Vega, señaló que las nuevas instalaciones ayudarán a mejorar la atención, la calidad de vida y la dignidad de los pacientes. El socialista aseguró que esta nueva UCI que "tiene la marca de la casa, el sello de Mútua, que es también parte del sello de Terrassa", es "un orgullo para la ciudad".