Vallés

Empotraban el vehículo para robar en la tienda. Mira el vídeo

Los Mossos d’Esquadra han desarticulado un grupo criminal integrado por cinco individuos, que fueron detenidos el 19 de enero, acusados de ser los presuntos autores de doce robos en establecimientos comerciales del área de Barcelona, al menos uno de ellos en Sant Cugat, mediante el método del alunizaje, esto es, empotrando un vehículo contra alguno de los accesos de las tiendas.

La policía catalana informó hoy en un comunicado que los cinco arrestados, con edades comprendidas entre los 20 y los 61 años y de nacionalidad marroquí y española, eran especialistas en este tipo de robos, que realizaron en doce tiendas, entre ellas de telefonía, ropa de marcas, perfumería e incluso una joyería. En algunos de estos robos llegaron a llevarse relojes de lujo con un valor superior a los 50 mil euros, además de productos de telefonía con un valor de hasta 35 mil euros. También se les acusa de nueve robos y hurtos de uso de vehículo.

Los cinco detenidos pasaron a disposición judicial el 22 de enero y el juez decretó para dos de ellos el ingreso en prisión y, para el resto, libertad con cargos.

Los Mossos iniciaron la investigación en abril de 2017 a raíz de un robo en una empresa de conservas en Llinars en el que tres hombres forzaron la puerta y se llevaron una caja fuerte que contenía dinero en efectivo y joyas. Días más tarde, agentes de la policía catalana encontraron una furgoneta calcinada que contenía la caja sustraída.
Los investigadores determinaron que estos tres hombres formaban parte de un grupo mayor que estaría implicado en otros once robos en los que siempre actuaban del mismo modo.

Los días previos al robo siempre sustraían un vehículo que después empotraban contra uno de los accesos a la tienda de un centro comercial del área metropolitana de Barcelona. Tras sustraer los productos de valor del establecimiento, en alguna ocasión abandonaba el vehículo en el lugar y en otras lo usaban para huir. Los cinco miembros estaban organizados de modo que cada uno realizaba una tarea diferente en cada fase del delito y eso les permitía introducir, a las pocas horas, los productos robados en el mercado negro.

El grupo fue desarticulado el 19 de enero, cuando agentes de los Mossos entraron en los cinco domicilios de los detenidos, en Barcelona y Sant Adrià de Besòs. En los registros se encontraron una gran cantidad de objetos de tiendas robadas, así como indicios que relacionaron directamente al grupo con otros robos de mercancías de camiones estacionado en áreas de servicio.

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