El de ayer fue el día de la ilusión y el de la consolación. Era el gran día del sorteo extraordinario de Navidad, del Gordo, el que reparte más premios y de mayor cuantía, pero de nuevo pasó de largo y se olvidó de Terrassa. Así que la mayoría que habían comprado billetes para este juego con la esperanza de que tocara un buen pellizco tuvieron que resignarse con el "otra vez será" y "lo más importante es que haya salud y también trabajo para ir tirando".
Como cada año, había expectación y fueron muchos los que siguieron y estuvieron más o menos pendientes de la retransmisión, con la popular cantinela que tiene como protagonistas a los niños del Colegio de San Ildefonso desde Madrid. El Gordo, salió cuando faltaban cinco minutos para el mediodía y recayó en el número 71198, agraciado con cuatro millones de euros por serie (400 mil euros por décimo). Fue muy repartido por todo el Estado español. Se vendió en Sort (Catalunya), Madrid y en ciudades de Lugo, Andalucía, Huesca, Madrid, Valencia y Gran Canarias, entre otras. También Sort pellizcó algo de un quinto premio, el 58808, dotado con 60 mil euros a la serie, al igual que Sant Andreu de la Barca, Mataró y Castelldefels, así como la ciudad de Barcelona también resultó afortunada con otro quinto, el 18065.
Se hace difícil saber si algún egarense o más de uno estuvo de suerte ayer porque podría tener, por azar, alguno de los números más premiados. Ya se sabe que los billetes viajan de aquí para allá y, por tanto, no hay fronteras. Bien sea porque hay familiares y amigos residiendo en otro lugar o porque se han visitado ciudades previamente al sorteo o porque se ha hecho la compra a través de internet.
Administraciones de loterías consultadas lamentaron que Terrassa no fuera de nuevo una de las ciudades agraciadas aunque recordaron que es muy difícil. "Hay cuatro mil administraciones en todo el Estado y si sumamos otros comercios mixtos son doce mil los puntos de venta para el sorteo de Navidad. Teniendo en cuenta que el sorteo es anual, hay muy pocas posibilidades de que una administración sea afortunada". De todos modos había cierto optimismo en el sector en tanto que aún sean premios menores, como las terminaciones y la famosa "pedrea" siempre satisface a clientes y vendedores".
El proceso
Sea como fuere, Terrassa puso a la venta más de 11,5 millones de euros, lo que significa un promedio de 54 euros por habitante (unos nueve euros más que el año pasado). Pero una cosa es la consigna y otra es la que se vende. Administraciones de lotería locales coincidieron en señalar que también han notado los efectos del descenso que se ha producido en Catalunya y que se ha situado en un 7,4 por ciento con respecto a 2016, teniendo en cuenta las cuatro provincias catalanas. Puntos de venta con mucha veteranía como las situadas en el Raval, avenida de Barcelona y en el centro comercial Carrefour de Montserrat han confirmado que en el mes de octubre ya notaron la caída y que los meses de noviembre y diciembre se recuperaron pero que no con la euforia de otros años. Dicen que aún no han podido cuantificar la reducción de las ventas pero algunos han comentado que es igual a un cuatro por ciento o más, ha comentado Matias Bastida, de la administración de lotería 10 de la avenida de Barcelona.
Los loteros lo atribuyen sobre todo al conflicto catalán. "Había entidades y también alguna empresa que tenía reservado el número pero, al final, no lo compraron porque socios y empleados mantenían discrepancias sobre si adquirir la lotería del Estado o no o dedicar el dinero para comprar billetes de la Grossa que es la de aquí", recuerda Piedad Antequera, de la administración La Bona Sort de Carrefour en Montserrat. Algunos responsables de estas administraciones consideran que "no sólo ha perjudicado las ventas en la ciudad, que también, sino a entidades y clubs que con sus tradicionales participaciones destinaban una parte para costear actividades", comentan desde la administración número 5 del Raval. Los comerciantes que desarrollan esta actividad creen que también ha influido el anuncio de la campaña, protagonizado por una historia de amor entre un joven terrícola y una extraterreste, que ha sido muy vistoso cinematográficamente (realizado por Alejandro Almenábar) pero quizás no ha calado tanto como otros anteriores que se estimaban más populares. Política, publicidad, crisis… Todo influye pero la rueda de la fortuna no conoce de causas territoriales ni personales y para allí donde para. Todos los números eran en el bombo pero sólo unos fueron los elegidos.