Terrassa

El grupo socialista rompe el pacto de gobierno con el PDeCAT

El grupo municipal socialista dio ayer un portazo al acuerdo de gobierno que desde principio de mandato mantiene con el PDeCAT. En un golpe de efecto calculado, el PSC anuncia su decisión de poner fin al pacto justo tres días antes de que lo haga su socio. El Partit Demòcrata había convocado a su militancia el jueves para votar la salida del gobierno, en una asamblea que el PSC dinamitó ayer con su anuncio.

Los socialistas atribuyen la ruptura con el PDeCAT a “las profundas discrepancias en cuestiones de política catalana”, especialmente sobre “el proceso que ha conducido a una fallida declaración de independencia de Catalunya y la traumática aplicación del 155”, argumenta el grupo municipal del PSC en su comunicado.

Esas diferencias, asegura, “han supuesto finalmente un obstáculo insalvable”. Así lo entienden los nueve concejales socialistas, que “por unanimidad” han decidido poner final al acuerdo de gobierno con el PDeCAT y que la decisión tenga “efectos inmediatos”.

El primero, ayer mismo. El gobierno decidió aplazar el pleno de ordenanzas previsto para esta mañana ante la complejidad de la situación y trasladarlo al viernes a primera hora.

En plena crisis, el gobierno pidió ayer uno por uno a los portavoces su apoyo al aplazamiento, cosa que logró sin excesiva dificultad. A mediodía, el ejecutivo suspendía la tradicional rueda de prensa previa al plenario, esquivando así la incómoda comparecencia pública de los dos socios.

Diferentes posibilidades
Ahora Jordi Ballart centra sus esfuerzos en salvar lo que queda de mandato con nuevas alianzas que garanticen la estabilidad de su gobierno. Ayer anunciaba que redistribuirá competencias para cubrir las vacantes de los concejales del PDeCAT y abrirá “un periodo de reflexión, con la máxima serenidad y sin prisas”, para explorar “las diferentes posibilidades existentes”.

El final de la sociovergencia era un secreto a voces. Hace meses que tanto el alcalde socialista Jordi Ballart como el soberanista Miquel Sàmper reciben presiones, especialmente de su entorno político más inmediato, para poner fin a una alianza que flaqueaba al ritmo que avanzaba el “procés”. La última semana, los acontecimientos han disparado las críticas, hasta que ayer el bipartito saltó por los aires en unas pocas horas.

Las formas
El relato de los hechos arrancó a primera hora de la mañana, cuando el portavoz del PDeCAT Miquel Sàmper le pedía una entrevista al alcalde, con el que no se vio hasta pasadas las 13 horas. En esa franja de tiempo, los soberanistas emitieron un comunicado en el que anunciaban que tanto el grupo municipal como el comité ejecutivo del partido propondrían el jueves a la militancia “la no continuidad del pacto de gobierno con el PSC”.

Después de un fin de semana de alto voltaje político, con la foto de Miquel Iceta junto a Enric Millo, Inés Arrimadas y Xavier García Albiol en la manifestación de Societat Civil Catalana del domingo incendiando las bases del partido, el PDeCAT dio ayer el paso definitivo de la ruptura.

Los socios -Jordi Ballart y Miquel Sàmper-, hablaron pasadas las 13 horas sin mencionar el divorcio. Ambos grupos -siempre según el relato del PDeCAT- se repartieron las llamadas a los portavoces para pactar el aplazamiento del pleno de ordenanzas y así hasta las 6 de la tarde, cuando el grupo socialista anunciaba que ponía punto final a su idilio con el PDeCAT.

“Me ha sabido mal personalmente que Jordi Ballart no haya cumplido el compromiso que sellamos de comunicar juntos la ruptura del pacto”, comentó ayer Miquel Sàmper. “Teníamos un pacto y no lo ha respetado”.

En declaraciones a Diari de Terrassa, el portavoz dijo estar convencido de que el anuncio del PSC responde “a la voluntad de adelantarse a nuestra asamblea. La elegancia parece estar reñida con la política”.

La salida del PDeCAT del gobierno municipal deja el PSC en minoría (9 concejales en un pleno de 27). Si no se conforman nuevas alianzas, el voto de los neoconvergentes puede seguir siendo clave para la gobernabilidad en la ciudad.

Hace una semana, cuando el PDeCAT advertía que mantener se en el gobierno era “cada vez más difícil”, Sàmper aseguró que su grupo estaba dispuesto a garantizar la estabilidad del gobierno municipal y la ejecución de los proyectos en marcha “desde dentro o desde fuera” del ejecutivo.

Ayer, el dirigente soberanista no fue tan rotundo. “Intentaremos que las cosas salgan adelante”, dijo, para añadir que, en el nuevo escenario que se dibuja , “una vez el pacto se ha roto haremos la política que consideremos oportuna en base a nuestros principios “.

Sàmper también quiso opinar ayer sobre el futuro del alcalde de Terrassa y su anuncio de que rompería el carnet socialista y dejaría la alcaldía si el PSOE y el PSC apoyaban la aplicación del artículo 155 en Catalunya. “Romper el carnet sería una consecuencia lógica”, opinaba el portavoz del PDeCAT, “dejar la alcaldía es otra cosa”.

El partido mantiene la convocatoria de la asamblea de militantes prevista para este jueves, en la que tenía previsto someter a votación la propuesta de la ejecutiva del partido de poner fin a su participación en el gobierno municipal. La formación ha aplazado la reunión en diversas ocasiones y la militancia reclamaba insistentemente que se la llamara a consultas para pronunciarse sobre el pacto.

“Celebraremos igualmente la asamblea el jueves pero será estrictamente informativa, para explicar cómo han ido las cosas”, adelantó ayer Sàmper.

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