Una grúa altísima, tanto que parecía irreal, que daba la sensación de tocar el cielo,quizá la mayor jamás instalada en la ciudad, recibía ayer a los numerosos espectadores en la Plaça Nova para presenciar “Dreams”, el espectáculo de La Fura dels Baus que inauguró el festival de teatro y creación contemporáneas Terrassa Noves Tendències (TNT). A las ocho y media de la tarde, un foco iluminó a un grupo de “tabalers” de Diables de Terrassa, que avanzaron hacia la grúa. Se apagaron las luces, comenzó un ritmo de tambor muy lento, y llegaban unas cuarenta personas con atuendos y capuchas blancas. Eran los miembros de Prodis que participaban en este “sueño” inaugural del TNT.
Veinte minutos de altura
Doce minutos después de su inicio, una especie de viga con luces comenzó a elevarse, izada por la grúa, y en los cables o hilos que de ella pendían estaban los cuarenta “blancos”. Aplausos. A ritmo de una música electrónica, de ese corte industrial que nació con SPK, la estructura comenzó a moverse. Quienes formaban esta red humana en el aire comenzaban a mover brazos y piernas, y un minuto después ya estaban bailando el ritmo industrial. Entre el público, un operario caminaba tirando de un cable que llevaba la estructura hacia un lado. Fue acercándose hacia el bloque de edificios de la izquierda (visto con la calle de Baldrich al frente), cuyas ténues luces encendidas, con muchos vecinos contemplando desde el balcón el espectáculo, le añadían na escenografía inesperada pero adecuada.
El corazón se nos puso en un puño a todos los presentes cuando la estructura marchó hacia la derecha, se elevó mucho más, giró un tanto sobre sí misma, se puso de perfil, subió más. Y se veía a esas cuarenta personas allá arriba, imposible no pensar en lo que sentían, cómo nos veían desde lo alto. Esta coreografía aérea, tan bella, tenía que tener un apoteosis final, y vino en forma del inesperado lanzamiento de una especie de confetti luminoso y resplandeciente, de color blanco-plateado, a juego con uniformes y luces. A las 8.50, la músicay las luces se apagaron. “Dreams” había finalizado y, entre grandes aplausos, la estructura con los artistas descendió hasta tocar el suelo.