El rector de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), Enric Fossas, y el secretario general de Càritas Diocesana de Terrassa, Salvador Obiols, firmaron ayer un convenio para que el Centre Universitari de la Visió (CUV) que depende de la Facultat d’Òptica i Optometria (Foot) atienda la salud visual de personas sin recursos derivadas por la institución solidaria. El convenio se extiende a las delegaciones de Càritas de las 54 poblaciones integradas en las dos comarcas del Vallès, que acogen una población aproximada de 1.300.000 personas.
Tras la firma, que tuvo lugar en el auditorio Joan Salvadó del CUV, Obiols agradeció al rector y al decano de la Foot, Joan Gispets, que hayan pensado en Càritas y sobre todo en las personas que tienen más necesidades. El secretario general recordó que "la crisis, aunque se dice que se aleja, ha dejado a muchas personas en la cuneta y a las cuales les costará hallar una salida hacia adelante". Obiols señaló que Càritas da cobertura a las personas que tienen una situación difícil pero que esta institución no podría hacer todo su trabajo si no tuviera el apoyo de empresas, entidades, instituciones y también universidades. "Todos sabemos que las gafas tienen un coste importante por lo que vuestra colaboración no tiene precio", señaló. Por su parte, el rector de la UPC, Enric Fossas, dijo que se siente orgulloso cuando surgen iniciativas de la UPC de carácter cívico. Fossas remarcó que la universidad se sostiene sobre cuatro pilares, la enseñanza, la investigación, la transferencia de conocimiento y la acción ciudadana, y que "todas son igual de importantes". El rector aprovechó para reiterar que "la universidad debe dar respuesta a la demanda de la sociedad, a pesar de que los recursos públicos que recibimos son muy inferiores a los de las universidades europeas", de las que ejemplarizó las de Alemania.
El decano de la Foot, Joan Gispets, expresó su agradecimiento por los elogios de Càritas y de la UPC. Gispets consideró que "con este convenio todos los sectores ganan". Y con respecto a la UPC, agregó que el valor añadido está en que "la CUV puede realizar más servicios de atención visual, por lo que más alumnos pueden hacer prácticas de todo el proceso completo; desde el diagnóstico hasta el tipo de lente más adecuada para corregir la deficiencia visual". El material óptico está proporcionado por las empresas del sector y supone del orden de cien mil euros al año.
Desde su inauguración en 2008, el CUV, dirigido por Núria Tomàs, ha atendido cerca de 26 mil pacientes, la mitad de los cuales son personas sin recursos. Referente en Europa, el CUV fue distinguido con el Premi Jaume Vicens Vives.