El Raval de Montserrat volvió a convertirse el viernes por la noche en la sucursal egarense del fuego con una nueva edición del Raval Infernal, que este año contó con la participación de los grupos Drac de Terrassa, Diables de Terrassa, Colla Jove Diables de Sant Llorenç, Colla del Bitxo del Torrent Mitger y los grupos invitados Drac Aimeric de Ribera d’Ondara y Diables de la Creu Alta de Sabadell. Fue aquello una hora completa de fuego y humareda, de carretillas encendidas con el aliento de queroseno de diablos.
La incesante lluvia de pirotecnia cautivó a los fieles, a los que no se pierden ni un “Raval”, a unos cuando advenedizos que se estrenaban en esas lides y a cientos de espectadores, muchos de ellos pertrechados con móviles para grabar la sucesión de estrépito y luz. Hubo quien sólo se sumó a la fiesta de fuego cuando el fuego acabó, cuando el chisporroteo incandescente fue sustituido entre aclamaciones por el agua de las mangueras. Como siempre, el “flipot”, la explosión de un monumental petardo, había dado por concluido un acto en el que se registraron una docena de heridos, todos ellos leves.