En la nueva temporada de baño de las piscinas municipales se podrá practicar el baño nudista. El nuevo servicio para acceder a este recinto lúdico sin ropa se ofrecerá en la piscina de La Maurina dos días, 23 de junio y 4 de septiembre, que son el día previo a la inauguración oficial de la temporada (habitualmente es el 24 de junio) y el día después al cierre de la misma (suele ser el primer domingo de septiembre).
Así lo anunció ayer Ander Zurimendi, miembro de la CUP, grupo municipal que lanzó la propuesta el año pasado y que fue aprobada en el pleno municipal. Zurimendi explicó que la medida les satisface a medias. "Estamos contentos porque, por primera vez, habrá la oportunidad para ampliar derechos y practicar el naturismo en la ciudad". No obstante, quiso dejar claro que " no da respuesta a nuestra demanda porque pedíamos una franja horaria para esta práctica (dos horas a la semana) dentro del horario habitual y no un añadido como se ha pactado".
El político antisistema señaló que la nueva oferta de baño nudista se ha cerrado tras una negociación con la concejalía de Deportes en la que, según dijo, no ha estado exenta de obstáculos. Al respecto explicó que la CUP pedía dos horas a la semana mientras que Deportes defendía que la franja naturista debía quedar fuera del horario habitual de las piscinas (de 10,30 a 19,30 horas) y ofrecía que fuera de 9,30 h a 10,30 h de la mañana y/o a partir de las 20 h de la tarde.
La opción de Deportes no gustó a la CUP "porque las horas que se daban eran muy tempranas o tardías por lo que hubo que buscar otras alternativas". Tras plantear varias opciones se llegó a consensuar la propuesta de habilitar dos días en el calendario para tal servicio.
Con todo, Zurimendi celebró haber llegado a un acuerdo para garantizar el baño naturista ni que sea en los términos fijados. Para el político de la CUP no se trata, en todo caso, de "obligar a nadie a practicar el nudismo sino de posibilitar que lo puedan ejercer aquellas personas que lo quieran".
Un tabú social
La formación propuso implantar esta oferta desde "la convicción de que el desnudo del cuerpo humano es uno de los grandes tabúes sociales existentes". Y considera que, por ese motivo, "la mayoría de la población no es nudista en la playa ni tampoco practica el naturismo en otras actividades de la vida". Sostienen que esta forma de hacer está inducida por "un aprendizaje social que marca cómo debemos actuar y qué dice aquello que es correcto y lo que no". La CUP defiende que mostrar el cuerpo desnudo favorece el reconocimiento del cuerpo y su aceptación como tal. "Practicar el naturismo va bien para la salud mental de las personas", dijo Zurimendi para quien y su formación esta práctica contribuye "a perder la vergüenza y a minimizar la presión sobre los cánones de belleza".
