Cuenta Marc Miranda, alumno de 3º de curso de ESO, del Institut Torre del Palau, que de vez en cuando acude al cementerio municipal para visitar la tumba de su abuelo al que no conoció porque falleció cuando él tenía 3 años. En una de esas visitas se le ocurrió que los nichos podrían incorporar un código QR con acceso al móvil para leer la biografía o a las memorias del difunto que, previamente él o algún familiar próximo debe haber escrito en vida y aprobar su consentimiento para su divulgación.
Marc expuso su idea en clase y fue seleccionada. A partir de ahí, este alumno junto con sus compañeros Judit Molina, Julia Pérez, Àlex Fernández y Alejandro Prieto, con la tutoría del profesor Cristóbal Peralbo, se pusieron a desarrollar la aplicación. También colaboraronJudith Llamas y Martí Soriano. La presentaron al certamen mSchools Mobile World y han recibido la grata sorpresa de que ha sido finalista.
Tema tabú
Marc, ilusionado por el reconocimiento, admite que la idea de la app suscitó ya en clase reacciones diversas por la temática. "La muerte es un tema tabú pero forma parte de la vida y hay que asumirla", constata. Pero se estimó "original" y se pusieron a trabajar en el soporte digital, para facilitar este enlace de información sobre la persona fallecida. Información que tanto puede una biografía, unas memorias, unos pensamientos, unas imágenes…" Para Marc, el programa puede ser "tan interesante como útil, especialmente cuando no ha habido oportunidad de conocer un familiar cercano como ha sido en mi caso con mi abuelo". El proyecto desarrollado consiste en que las personas puedan dejar su legado escrito y/o visual online de modo que una vez han fallecido y han sido enterradas pueda ser visualizado por familiares, allegados y la ciudadanía en general. Para ello es necesario que la lápida del difunto incorpore un código QR que permita acceder a esta información a través de la aplicación determinada en el móvil. La aplicación también permite añadir información a la que está almacenada. La idea fue de Marc pero matiza que las nuevas tecnologías no son su materia preferida. "A mí me gusta diseñar, dibujar, pintar, actuar… No me veo como programador informático. Mi formación pasará por el bachillerato artístico".