El grupo municipal de ERC-MES hizo ayer balance del último año político con la vista puesta en el referéndum por la independencia de Catalunya y sus repercusiones en la política municipal. "El Ayuntamiento tendrá que estar a la altura y abrir los colegios y, si eso no ocurre, el PDeCAT no podrá mantenerse en el gobierno", dijo ayer el portavoz republicano, Isaac Albert.
La coalición independentista recuerda que el ejecutivo municipal de Sabadell ya ha hecho pública su decisión de abrir los centros docentes si se convoca la consulta. Albert evitó retar al ejecutivo de Jordi Ballart a aclarar ya si abrirá las aulas, pero insistió en que en Terrassa un no pondría al PDeCAT en una situación "insostenible".
En ese contexto, ERC-MES reitera su pronóstico de que "políticamente, el mandato no acabará como empezó". La alianza entre PSC y PDeCAT dio lugar en 2015 a un "gobierno de intereses" en la ciudad que ha acabado "discrepando en temas como el agua, el Síndic y en la confección d e las ordenanzas". A va juicio de ERC-MES el pacto puede tener los días contados cuando se precipite el calendario autonómico.
¿El bloque de izquierdas integrado por ERC-MES y TeC, que ya intentó formar gobierno alternativo en 2015, volvería a hacerlo ahora? Isaac Albert no quiso aventurar ayer escenarios y se limitó a decir que la relación entre ambas formaciones "está igual" que hace dos años. Durante ese periodo, Terrassa en Comú y PSC han protagonizado un intento de pacto que se frustró, entre otras cosas, por la negativa socialista a romper su acuerdo de gobierno con el PDeCAT.
Oposición dura y constructiva
Los concejales de ERC pasaron ayer revista a su actividad política durante el último año en "un ejercicio de rendir cuentas con la ciudadanía. En un momento en que el relato y los discursos van a la baja, en que la ciudadanía pide hechos, es clave explicar qué nos lleva a tomar las decisiones".
En el último ejercicio, ERC-MES ha presentado 38 propuestas de resolución y acuerdos de junta, de los cuales 34 han sido aprobados. Entre las iniciativas del grupo municipal figuran la despenalización del juego en la calle, la revisión de los protocolos de Festa Major, el impulso de un estudio para combatir la segregación escolar y la defensa de una gestión pública del agua.
En el ecuador del mandato, Isaac Albert explicó ayer que ERC-MES ejerce de oposición, pero "con voluntad de formar mayorías y voluntad de gobierno". El grupo facilitó con su abstención la aprobación de las ordenanzas y de los presupuestos municipales, en un gesto que responde a la voluntad expresa de "ser creíbles, en base a la complicidad con la gobernabilidad de la ciudad desde la oposición".
Esa apuesta no evita que los independentistas critiquen una vez más la "inactividad" del ejecutivo de Jordi Ballart y que en el Ayuntamiento se aprueben "más cosas por voluntad de la oposición que por la capacidad del gobierno de llegar a acuerdos".
Para ERC-MES "esta es una legislatura perdida" porque "a estas alturas no se han sentado las bases del mandato". El grupo municipal acusa al gobierno local de no tener un proyecto de futuro para la ciudad y vaticina dos años de "inercia" y "de un alcalde con una agenda paralela a la del gobierno que se acentuará más conforme se acerquen las elecciones".
