Esta semana se han iniciado los trabajos de restauración del talud de la Riera del Palau, que permitirán estabilizar un tramo de 1’5 kilómetros de largo entre la avenida Abad Marcet y el puente de Rodalies. Las obras permitirán estabilizar las paredes de la riera y poner fin a las restricciones de tráfico impuestas en diciembre de 2014. La previsión inicial es que el proyecto esté ejecutado en 12 meses.
La complejidad del proyecto obligará a abordarlo por fases, aplicando soluciones específicas a cada tramo. Las obras han empezado esta misma semana y en este primer abordaje se concentrará entre las calles de Eugeni d’Ors y Joan d’Austria, en el sector de Can Boada.
Las actuaciones persiguen tres objetivos complementarios. Por una parte proteger los taludes de la erosión del agua de lluvia, que ha ideo descalzándolos progresivamente.
El proyecto prevé instalar un voladizo de hormigón que funcionará como paraguas protector de las paredes de la riera y que permitirá ampliar levemente la calzada. Estos elementos se instalarán en los tramos más estrechos y requerirán de unos anclajes de sujeción que se perforarán el subsuelo hasta encontrar una capa estable.
El proyecto prevé la instalación también de una red de mallas vegetales sobre los taludes que funcionarán como una segunda piel. Las plantas trepadoras arraigarán, mejorando el agarre del terreno.
El segundo objetivo es mejorar la seguridad del tráfico y, para ello, se renovarán las barandas de seguridad de la ronda, instalando un modelo similar al de las autopistas.
El proyecto contempla también la reurbanización de la Ronda de Ponent, que acumula dos años y medio de restricciones. Al ganar espacio sobre el talud, las calzadas de la ronda podrán desplazarse ligeramente y dejar margen para unas aceras más amplias. El plan de obras incluye la renovación del alumbrado público.
Recomendación: actuar
La Agència Catalana de l’Aigua ya ha dado su visto bueno al proyecto, en el que se invertirán 1’6 millones de euros, tras una rebaja en la licitación superior a 700 mil euros.
Los trabajos responden a un estudio encargado a finales de 2014 por el Ayuntamiento de Terrassa para conocer la seguridad de los márgenes de la riera.
El informe concluyó que las fisuras detectadas en el pavimento "no eran preocupantes", en palabras del teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad, Marc Armengol, y no hacían pensar "en un corrimiento de tierras inminente". Sin embargo, el análisis de los taludes detectó un deterioro debido a a la erosión y recomendó actuar por "la incertidumbre en el comportamiento de los taludes y la precaria situación de los sistemas de contención".
La UTE ganadora del concurso para la ejecución de proyecto es Terrassa Ronda de Ponent, que ya trabaja sobre el terreno.