Es algo más que deporte y mucho más que una competición en la que prime el ganar. Por esta razón, se trata de un festival, no de un torneo. El hockey es, sin duda, el hilo conductor pero detrás de muchos de los equipos, de muchas de las jugadoras, hay historias, algunas alegres, otras no tanto. Son tres días en los que el divertimento, las relaciones de compañerismo o amistad y esas gotas balsámicas de hockey, unen lazos que pueden ser para siempre.
La quinta edición del Mamis hockey Festival que organiza el Club Egara fue un clamoroso éxito organizativo, gracias a la aportación de un grupo de personas, unas 200, que trabajan desinteresadamente durante su celebración. También lo ha sido en cuanto a la participación, y esta edición, el festival ha reunido a casi 600 jugadoras, o mejor dicho, Mamis. El rol de datos se completa con lo siguiente: han asistido 50 equipos, pertenecientes a 32 clubs diferentes y a 9 países. En esta edición de 2017, la gran novedad ha sido la presencia de un equipo proveniente de Croacia. Otro hito más para el baúl de los logros de este evento.
La sala de partos fue una cena, una de tantas, en la que surgió la idea. Tere Datzira, una de las pioneras, y una de las integrantes de la organización, lo cuenta. "Nosotras entrenábamos y, en una cena, Karina Herms, que fue la impulsora, y Valeria Capurro, que conocía que había torneos como estos en Argentina, y sabían que el Polo tenía un equipo de Mamis, hablaron de hacer un torneo, con carácter muy festivo, y nos fuimos animando, y hemos llegado hasta aquí".
Datzira asegura que "la repercusión del festival cada vez es más grande y desde los meses de agosto y septiempre, ya recibimos correos en el club preguntando cuando será la próxima edición". La componente de la organización explica que "son tres días de pasarlo bien, de hacer buenas amigas. Cada vez hay más equipos, y hay equipos que se han formado aquí, en el festival".
Como un juego
Valeria Capurro, se emociona al narrar lo que se vive durante el año con Mamis de otros países y las relaciones que se han establecido. "Comenzó como un juego. Karina ideó el proyecto y nos fue involucrando, y es impresionante. Es un trabajo de nueve meses, es como nuestro parto", comenta. La organizadora señala que "el festival dura tres días pero detrás hay un contacto constante con el resto de equipos" y añade que "el festival es la conclusión, pero el resto del año es para ellas como una terapia y te cuentan su vida, necesitan ser escuchadas". Y , como ejemplo, la triste historia de dos jugadoras belgas que no han podido venir este año porque han perdido a su padre poco antes de que se celebrase.
Capurro sigue exponiendo sus vivencias desde la organización del Mamis Hockey Festival. "Cuando las ves, es como si te conocieras de toda la vida y es una emoción muy grande, porque durante tres días van a ser felices y van a ser ellas mismas". Se envían invitaciones a los cinco continentes y la intención del Club Egara "es ser un club pionero en difundir este festival por todo el mundo".
Sin duda, la culminación de todo el trabajo que se hace durante el resto del año, es la llegada de los tres días de festival. "Esto es un llorar y llorar. Es una emoción tan grande, porque detrás de cada Mami, hay una historia, buena o mala, y las Mamis y las personas en el mundo necesitan ser escuchadas", afirma Capurro.
Obviamente, detrás de cada Mami, también hay una familia que, durante estos tres días, se ve obligada a cambiar de hábitos. Tal vez, por este motivo, surgió el movimiento de los Papis, un grupo de socios del club que colaboran con la organización del festival de cada año,y son principalmente cuidadosos con la cena de gala del sábado, uno de los momentos cumbre del evento, cuando todas las participantes se reúnen alrededor de las mesas y comparten sus vivencias.
En el desfile de presentación, las diferentes autoridades que asistieron dejaron su sello particular para definir este festival. Dani Nart, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Terrassa, explicó que "en Terrassa queremos deportes de todos y de todo el mundo", después de mostrar su admiración por las Mamis que "nos sorprenden cada año".
Esfuerzo y constancia
Mireia Solsona, alcaldesa de Matadepera, destacó "el esfuerzo y la constancia" de la organización y destacó "el espíritu" de las participantes. Xavi Adell, presidente de la Federació Catalana, recordó a las chicas de oro que ganaron la medalla más preciada, hace 25 años en los Juegos Olímpicos de Barcelona’92, y calificó a las participantes de este Mamis Hockey Festival con el mismo apelativo. Martí Lloveras, vicepresidente del Club egara, sorprendió a todos saludando a los equipos extranjeros en su idioma. Un buen detalle, sin duda, que evidencia el carácter humano de esta aventura maravillosa.