El Terrassa FC ha regresado a la zona de promoción de ascenso casi siete meses después de su última presencia en la misma. Al principio de temporada, los egarenses estuvieron entre los cuatro mejores durante cuatro de las seis jornadas disputadas. Pero en la séptima salieron del "play off" tras su empate en casa contra La Jonquera y no habían vuelto hasta este domingo. En ese período, el equipo ha protagonizado capítulos de todos los colores cuyo final se adivina esperanzador.
En la plantilla del Terrassa FC el mensaje hacia el exterior no ha cambiado y la prudencia marca las palabras de cualquiera de sus componentes, sobre todo en vísperas de un desplazamiento de notable dificultad a Figueres. Pese al clima de euforia que se respira entre los aficionados, el vestuario intenta mantenerse al margen de esa excitación colectiva.
Juan Pablo Amantini, uno de los referentes de la plantilla egarense, recuerda en esa dirección que el objetivo no está conseguido. Y que será preciso trabajar al máximo en las tres últimas jornadas para no verse descabalgados de las posiciones de privilegio. "Pienso que será necesario ganar los tres partidos que nos quedan", manifiesta a la hora de hacer pronósticos. "Si nosotros ganamos, el resto nos da igual. Ganar ayuda a ganar. Sabemos que estamos cerca del objetivo, pero aún no podemos cantar victoria."
Esperanzado
Amantini se aferra a la ilusión generada en las últimas semanas para confiar en el futuro del equipo. "Esta alegría llega en el mejor momento", señala en relación al asalto a las posiciones de promoción. "Desde que empezó la temporada esto era lo que buscábamos. Es un alivio y refuerza nuestra idea de ir semana a semana, sin pensar más allá."
El central del Terrassa indica que una de las claves de la mejoría ha radicado en el rendimiento lejos de casa. Un cambio sustancial que ha variado un escenario que hace cinco jornadas era bien distinto. "Después de perder en Vilafranca y en Manlleu la situación era difícil. Parecía que se nos escapaba el objetivo, pero el cambio ha sido radical y los rivales también nos han dado vida al no aprovechar nuestros tropiezos. La clave era encadenar unas cuantas victorias seguidas."
Otro de los factores determinantes ha sido el brillante rendimiento defensivo, con cinco partidos seguidos sin encajar ningún gol. "Eso cuenta mucho", apunta. "Todo el equipo está trabajando a gran nivel en esa faceta, no sólo los defensas. Es un mérito colectivo. Ese es el camino." Este magnifico momento, además, se ha producido en una fase de la Liga en la que el Terrassa ha perdido por lesión a futbolistas importantes como Cristian García, Raúl Torres, Xapi Arnau o Andrés Borges. "Las lesiones, al ser importantes, hacen daño al grupo. Y nos hemos repuesto a todo ello pese a que estamos hablando de jugadores de mucho nivel. Lo fundamental ha sido que todos los jugadores han entendido que son importantes, aunque sólo juegues diez minutos o un día te puedas quedar fuera del once. Todo el mundo ha aceptado su papel y eso beneficia al colectivo."
Y dentro de ese reparto de papeles, el de Amantini tiene un especial protagonismo. Líder carismático de la plantilla, no sólo ordena a sus compañeros sino que es capaz de exaltar a la grada durante un partido y de celebrar los triunfos con los aficionados una vez que se producen. Es habitual verle abandonar el terreno de juego en último lugar, jaleado por los seguidores y gritando él al aire su estado de ánimo. "Cada uno tiene su papel en el equipo. Yo, por mi experiencia y mi carácter, intento mantener a la gente viva, que no se duerman en el partido aunque vayamos por delante, que estemos despiertos hasta el final."
