El Síndic de Greuges de Catalunya, Rafael Ribó, acudió el martes por la tarde a Terrassa para reunirse con los ocho candidatos que participaron en la controvertida consulta popular para elegir al titular de la Sindicatura Local el pasado diciembre. A la reunión, que no duró ni media hora, no acudieron representantes del equipo de gobierno ni de la oposición.
Rafael Ribó, a petición del alcalde, Jordi Ballart, se ha implicado en buscar una salida honrosa al proceso de elección del Síndic local, salpicado por denuncias de irregularidades en el voto digital. Además, Ribó en el reciente informe en el que alerta de que la consulta no se ajustó a la legalidad vigente, también se presta a colaborar para avanzar en el nombramiento del Síndic local. Sin embargo, a tenor de cómo fue el encuentro del martes, parece que hay malos entendidos acerca de cuál debe ser el papel de Ribó en este asunto.
Según explican los candidatos, el Síndic se trasladó a Terrassa al entender que ellos querían hablar expresamente con él, lo que causó sorpresa entre los propios aspirantes, que recuerdan que nunca solicitaron la reunión, a la que, además, fueron convocados por el Ayuntamiento. El Síndic catalán les comentó, según estas mismas fuentes, que, en todo caso, sus recomendaciones, son sólo eso, recomendaciones, pero que la decisión sobre cómo resolver el proceso corresponde al Ayuntamiento. TeC, ERC y CUP quieren que se repita la consulta, pero el PSC, de entrada, no es partidario de hacerlo.