La nueva oficina de la Agència Tributària de Catalunya (ATC) en Terrassa se ubicará en un local de 497 metros cuadrados situado en la calle de Joan Artigues, número 3, y dará empleo a diecinueve trabajadores. Así lo comunicó Lluís Salvadó, secretario de Hisenda de la Generalitat, a Alfredo Vega, primer teniente de alcalde, en el marco de una reunión que mantuvieron ayer en el Ayuntamiento de Terrassa. El contrato de arrendamiento del local que albergará la nueva agencia de la ATC se adjudicó en febrero por concurso público a Solconbro, SL/Siprat, SL por un importe de 6,84 euros el metro cuadrado (IVA no incluido). Por tanto, estas dependencias serán ocupadas en régimen de alquiler por la ATC por un periodo mínimo de cinco años, renovables cada año, hasta un máximo de diez ejercicios.
El gasto estimado para el arrendamiento de este espacio es de 40.801, 97 euros anuales, sin IVA, y la previsión es que pueda abrir las puertas el próximo 4 de septiembre. La ATC seleccionó este inmueble después de valorar que se trata de un local (situado a la entrada del parque de Vallparadís en la avenida del Paseig del 22 de Juliol, en su tramo más cercano al inicio de la carretera de Matadepera) de buena accesibilidad, que se sitúa dentro de la trama urbana y dispone de espacios adecuados para su uso como oficinas administrativas y de atención al público. Será uno de los quince puntos de atención y prestación de servicios al contribuyente que esta Agència abrirá durante los próximos meses en Catalunya, en el marco de su despliegue territorial a lo largo de este año.
Amplia red
Estas nuevas oficinas se sumarán a las que este organismo ya tiene en Barcelona, Girona, Lleida y Tarragona. Los municipios que dispondrán de una de estas catorce nuevas delegaciones de la ATC, aparte Terrassa, son: Barcelona (para cubrir el área del Barcelonés Norte), Mataró, Sabadell, Manresa, Granollers, Sant Feliu de Llobregat, Vilafranca del Penedès, la Seu d’Urgell, Vic, Santa Coloma de Farners, la Bisbal, Figueres, Reus y Tortosa
La voluntad del Govern es, por un lado, implantar un nuevo modelo territorial de la ATC, basado en una red de oficinas propias preparadas para prestar los mismos servicios a todos los ciudadanos de Catalunya, en especial a los de la parte norte del Vallès Occidental, y por otro lado, desarrollar todas las funciones tributarias que le permite el actual marco competencial, así como preparar los fundamentos de la futura hacienda catalana. El primer teniente de alcalde, Alfredo Vega, comentó que en el encuentro se abordaron las “posibilidades de realizar trabajos conjuntos para ser más eficientes y prestar el mejor servicio a los ciudadanos”.
Tres áreas
Por su parte, Salvadó explicó que la de Terrassa será una oficina de carácter comarcal que ofrecerá “tres bloques de funciones”, en su objetivo de acercarse más al ciudadano desde el punto de vista territorial. Según el secretario de Hisenda, un primer bloque se centrará en la atención y gestión de impuestos propios de la Generalitat, como el de tasas turísticas, grandes establecimientos comerciales, impuestos sobre el juego o sobre viviendas vacías, en total una docena de imposiciones que hoy en día gestiona el Govern catalán. “Son unos impuestos que los ciudadanos del Vallès Occidental reciben actualmente desde la oficina central de la ATC situada en la zona Franca en Barcelona”, dijo. Un segundo bloque será la gestión directa y completa de los impuestos cedidos, como son el de transmisiones patrimoniales, actos jurídicos documentados, sucesiones y donaciones que actualmente liquidan, aparte de la ATC, los registradores de la propiedad. Un tercer bloque, comentó Lluís Salvadó, será la recaudación ejecutiva a los contribuyentes que tengan deudas pendientes con la administración, como pueden ser las sanciones de tráfico o las deudas pendientes con los ayuntamientos. “Estamos haciendo una cosa muy sensata, que es tejer una red de relaciones de todas las administraciones tributarias de nuestro país, ya sea la Agència Tributària, las diputaciones o las funciones que corresponden a los grandes ayuntamientos. Y lo hacemos para mejorar el servicio al contribuyentes, a través de ventanillas únicas y de nuevas estructuras, y también para conseguir mayor eficiencia en el pago de forma voluntaria de las obligaciones fiscales, y en la lucha contra el fraude”, concluyó Lluís Salvadó.