El combate policial contra los cultivos de marihuana en edificios se cobró el jueves otra pieza. Fue en Sant Pere Nord. El resultado: 193 plantas de cannabis y un detenido.
Al parecer, fue hace pocos días cuando las informaciones sobre la posible existencia de una plantación en una vivienda ganaron en solidez, si bien semanas atrás ya se se había visto a agentes en la zona vigilada, el tramo de la calle del Mossèn Tatcher más cercano a la del Historiador Cardús, en el barrio de Sant Pere Nord.
El jueves por la mañana se desencadenó el operativo previsto, ejecutado de forma conjunta por los Mossos d’Esquadra y la Policía Municipal. A eso de las nueve, vecinos de la zona observaron la presencia de unidades de los mossos, aunque el despliegue no fue aparatoso. Los mismos testigos vieron minutos después a un sospechoso en el interior de un furgón policial.
Agentes de uno y otro cuerpo, una vez obtenida la autorización del juzgado de instrucción número 4, registraban el piso. Allí encontraron lo que se barruntaban: un cultivo de marihuana perfectamente cuidado. Las plantas estaban en habitaciones y en el comedor del domicilio. Según los investigadores, la plantación cannábica había provocado filtraciones de agua en el edificio.
La operación policial acabó con la aprehensión de 193 plantas de cáñamo, dieciocho transformadores, dieciocho bombillas y una balanza de precisión. Como es frecuente, la instalación eléctrica para el funcionamiento del cultivo era ilegal: estaba conectada al suministro de la comunidad de vecinos.
El presunto responsable de la plantación fue detenido. Es de nacionalidad española y, oficialmente, residente en Les Franqueses del Vallès. Tiene 37 años y se le atribuye un delito contra la salud pública y otro de defraudación de fluido eléctrico, dos ilícitos penales que acostumbran a ir unidos en este tipo de acciones.
EL DATO
193 matas. El cultivo constaba de 193 plantas. La policía detuvo a un hombre