Ya no hablamos de propuestas sino que ahora se trata del anuncio de la licitación de las obras de la C-58 en el Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya". Con satisfacción, el conseller de Territori i Sostenibilitat, el egarense Josep Rull, anunció ayer el primer paso administrativo para que la ampliación de la autopista C-58 sea una realidad en breve. La previsión del Govern es iniciar las obras de dos de los tres tramos en que se ha dividido el proyecto en septiembre ("u octubre a más tardar"), de manera que concluyan en otoño de 2018. La última fase arrancaría la próxima primavera y culminaría a mediados del año 2019.
La esperada ampliación de la autopista vallesana entre Terrassa y Badia, anhelada desde 1995, empezará a ejecutarse este otoño. Y el primer tramo en ver la luz corresponden a los 4,4 kilómetros que hay entre Can Parellada y el enlace de Sabadell Centre, dirección Barcelona. Las obras se licitarán este lunes, 20 de marzo. El conseller explicó que en la actualidad los conductores tardan en recorrer esa distancia 9,5 minutos, que se verán reducidos a 3,5 minutos una vez construido el tercer carril, un ahorro "muy considerable de tiempo". La velocidad media, que ahora es de 28 Km/hora, pasará a ser de 75 km/hora.
Un tercer carril
Las obras consistirán en la construcción de un tercer carril en el tronco de la autopista , que empezará poco después del acceso de Terrassa Est, hasta enlazar con el tercer carril que ya existe a la altura de Sabadell Centre. Habrá un cuarto carril llamado de trenzado para que los vehículos que accedan a la vía no se incorporen directamente al tronco central de la C-58, sino que tengan un largo tramo para hacerlo ya que este carril enlazará con el siguiente acceso a la autopista.
Por este tramo, fuertemente congestionado, circulan a diario 50 mil vehículos: los 20 mil que se incorporan a la C-58 a través de la calzada lateral de Can Parellada, más los 20 mil que ya arrastra la vía procedentes de Manresa, Terrassa Centre y otros puntos. Los trabajos, explicó Rull, empezarán este otoño y culminarán un año después, de manera que antes de acabar el 2018, la ampliación será una realidad. El proyecto tiene un presupuesto de 10,3 millones.
El segundo tramo en el que se actuará, con un calendario de inicio y finalización de obras idéntico al anterior, es el situado entre el nudo de Sant Pau-Riu Sec (la gran rotonda que de acceso al IKEA) y el enlace con la AP-7/B-30 a la altura de Badia. La licitación se publicará a mediados de abril y las obras, que también tienen una duración de doce meses, empezarán igualmente en otoño.
En este tramo, a los 50 mil vehículos que ya circulan por la vía procedentes de Manresa y Terrassa se unen otros 30 mil, por lo que la intensidad media diaria es de 80 mil coches, de los que aproximadamente 20 mil salen de la vía por el enlace con la AP-7/B-30, un acceso "precario", como reconoció el conseller. Aunque existen tres carriles, uno de ellos prácticamente siempre colapsado, la congestión es elevada por los cambios de carril y las incorporaciones y salidas.
La solución que se adoptará es la construcción de dos carriles de trenzado, de manera que ambos servirán para absorber el acceso a la B-30, mientras que el tronco central seguirá con tres carriles. De nuevo, la obra prevista, presupuestada en 7,6 millones, implicará un ahorro substancial de tiempo. Los 1,8 kilómetros que separan el enlace de Sant Pau con el de la B-30 se recorren en 3,1 minutos a una velocidad media de 35 km/hora. La mejora debe permitir acortarlos a 1,6 minutos a 68 km/hora.
La última actuación en ver la luz es la única que tendrá lugar en dirección Manresa. En el tramo entre los enlaces de Sant Quirze y Terrassa Est Polígons se construirá una nueva calzada lateral de dos carriles para mejorar el acceso a los polígonos de Can Parellada, Santa Margarida, Terrassa Est y a la carretera BP-1503 hacia Les Fonts y Rubí, además de optimizar la fluidez del tráfico en el tronco central.
33,6 millones de euros
De los 48 mil coches que circulan por este punto, 22 mil ya podrán incorporarse directamente a la calzada lateral sin tener que entrar al tronco de la vía. Las obras de este tramo son las más complejas de todo el proyecto. Tienen un coste de 15,7 millones, se licitarán este otoño y empezarán en primavera, con una duración de 18 meses.
En total, el Departament de Territori i Sostenibilitat invertirá 33,6 millones en la C-58. Los trabajos que ahora se ponen en marcha, afirmó Rull, no implican el abandono definitivo del proyecto original, más ambicioso, presupuestado en 200 millones de euros. Las actuaciones "son complementarias" con la idea primaria, afirmó, que, en todo caso, se abordará cuando haya "disponibilidad de recursos".
En el actual contexto de reducción presupuestaria, explicó Rull, se ha ido a buscar soluciones concretas para los puntos más colapsados bajo la premisa de "priorizar aquellas actuaciones que tengan un retorno más rápido y tangible en forma de menos congestión, menos contaminación atmosférica y mayor reducción en el tiempo de trayecto". Las obras, añadió, "son fáciles" de ejecutar ya que se llevan a cabo en terrenos públicos, propiedad de la Generalitat, con lo que no hay que hacer expropiaciones. Se ha previsto que la afectación sobre el tráfico, que la habrá, sea mínima.
EL DATO
54 mil. Es la circulación media de vehículos en la C-58 a la altura de Terrassa Centre.