La patronal Foment del Treball considera necesario que España vincule los salarios a la productividad de las empresas para evitar a largo plazo la destrucción de empleo. La principal patronal catalana presentó ayer su último informe de coyuntura trimestral, en el que advierte que la productividad de la economía española cayó de forma notable en 2009 y que desde entonces ha ido creciendo "muy poco" cada año. Este crecimiento tan moderado de la productividad está relacionado "fundamentalmente" con la fuerte destrucción de empleo que ha vivido el país durante los años de crisis económica, ya que la inversión ha descendido.
Para promover el crecimiento de la productividad "activa" resulta necesario, asegura Foment del Treball, continuar con las políticas de reforma estructural, que pasen por una mayor dotación de capital público, el impulso de la I+D+i y la creación de un entorno regulatorio y fiscal que potencie el emprendimiento en todo el Estado.
El director de Economía de Foment, Salvador Guillermo, recordó que los niveles salariales de todos los países europeos están "íntimamente relacionados" con la productividad. "¿Por qué en Portugal se cobra menos? Porque la productividad es más baja. ¿Y por qué en Alemania un camarero cobra más que un español o un portugués? Porque la productividad global del sistema es más elevada", comentó Salvador Guillermo.
Correlación positiva
El directivo remarcó que tiene que existir una correlación positiva entre productividad y los costes laborales, de manera que no se puede esperar que en España aumenten los salarios si no lo hace también la productividad.
"Este país no se puede permitir la destrucción de ocupación. Lo prioritario es y ha de seguir siendo la creación de empleo, porque es uno de los factores que más explica la desigualdad en términos de cohesión social", indicó Guillermo.
El presidente de la Comisión de Economía y Fiscalidad de Foment, Valentí Pich, incidió en que si no aumenta la productividad los incrementos salariales vinculados a la inflación "pueden acarrear problemas y destruir ocupación a largo plazo".
En otro momento, Salvador Guillermo apuntó que la economía mundial seguirá creciendo este 2017, aunque puede verse afectada por el surgimiento de discursos políticos proteccionistas, como es el de Donald Trump en Estados Unidos, y de movimientos antieuropeos en la propia UE, como es el caso del Reino Unido con el brexit.
Guillermo aseguró que lo único que hace el proteccionismo "es empobrecer a los países, en ningún caso enriquecerlos", y recordó que han sido precisamente las políticas liberales del comercio internacional las que han hecho posible el crecimiento económico en los últimos años. "Que nadie espere escapar de la recesión o el bajo crecimiento cerrándose en su caparazón, no servirá", apuntó el directivo. Salvador Guillermo se mostró también muy crítico con el auge de los discursos populistas en algunos países y señaló que "habría que preguntarse por qué la gente se cree el populismo y va al curandero en lugar de ir al médico". "Esperan que el curandero les resuelva todos sus problemas cuando científicamente está demostrado que no es así", añadió este directivo.
En el caso concreto de España y Catalunya, el informe de Foment apunta que el PIB crecerá de una forma más moderada este año a causa del agotamiento de los denominados vientos de cola, pero que aún así será superior a la media europea. La principal patronal catalana considera que la elevada tasa de paro es el principal problema que tiene el país, que también ha de mejorar en productividad.
En el caso de Catalunya, su PIB per cápita es superior a la media europea, ya que ocupa la posición 78 de un total de 263 regiones del continente, pero en cambio se sitúa en el puesto 153 en cuanto a competitividad económica. "En Catalunya se aprecia un deterioro del índice de competitividad entre los años 2010 y 2013", señala el informe, que apunta que todas las regiones de España presentan un nivel de competitividad por debajo de la media europea, a excepción de Madrid y el País Vasco.