Terrassa

La polémica de las casas expropiadas de Sant Pere

El barrio de Sant Pere ha denunciado ante el Síndic de Greuges de Catalunya la situación en que se encuentran 13 casas del barrio expropiadas durante los últimos años con el objetivo de conectar las calles Transversal y Roca i Roca. Las viviendas fueron adquiridas por el Ayuntamiento, pero ni han sido derruidas ni se ha abierto el tramo de calle.

El proyecto sigue pendiente de ejecución años después y las casas presentan un estado deplorable. “Han sufrido ocupaciones de diversos colectivos -explica Pere Martínez, presidente de la AVV de Sant Pere-, destrozos, robo de mobiliario, de las instalaciones y tráfico de drogas. Como están abandonadas, el acceso a los patios ha permitido llegar a las viviendas contiguas”.

El problema se ha agravado últimamente por la presencia de vegetación en los patios interiores, “que se han convertido en una selva”. Las plantas taponan los desagües, lo que ha provocado filtraciones de agua y humedades que están afectando a las viviendas vecinas. “Cuando sube la temperatura, además, los vecinos no pueden abrir las ventanas ni utilizar sus terrazas por la gran cantidad de mosquitos y la presencia de ratas”.

La AVV de Sant Pere denuncia que las víctimas del abandono de las viviendas expropiadas son sobre todo personas mayores y vulnerables “que han visto deteriorarse su calidad de vida. No es aceptable de ninguna manera”.

La entidad reclama al Ayuntamiento que “intervenga limpiando las fincas y que ejecute el proyecto de abrir la calle. Y si no pueden ser las dos cosas, que den prioridad a la limpieza, y que lo hagan de forma regular, porque si no en poco tiempo volverán a estar igual”.

Pendiente del remanente
El gobierno municipal asegura que el problema de las casas de Sant Pere está sobre la mesa, aunque en este momento la solución no tiene un calendario cerrado. “Nuestra intención es intervenir en función de la capacidad económica”, explica Marc Armengol, teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad.

El ejecutivo espera a la liquidación del presupuesto del ejercicio 2016 para comprobar si, como en ejercicios anteriores, hay remanente de las licitaciones y si el importe permite afrontar “la demolición de las casas. Vamos a redactar el proyecto de derribo para tenerlo a punto en el momento que conozcamos qué disponibilidad económica tenemos y si se nos permite destinar el remanente a inversiones”.

Armengol explica que la intención municipal es “afrontar el proyecto en tres fases. Primero el derribo, después adecuar temporalmente el terreno liberado como un espacio público, con una inversión de mínimos, y finalmente afrontar la urbanización definitiva”. En esa última fase se podría contemplar la urbanización de la calle prevista inicialmente “o bien se podría hacer un replanteamiento y consolidar el espacio como una plaza pública. Los vecinos decidirán en su momento”.

Armengol admite que, pasados los años, se ha cuestionado la oportunidad de abrir el vial de conexión entre Transversal y Roca i Roca. “La reflexión se ha planteado pero no hay nada decidido. Tanto la calle como la plaza requieren presupuesto elevado y un proyecto largo y complejo, porque hay que implantar alcantarillado, instalaciones… Ahora no podemos afrontarlo, por eso vamos a ir paso a paso”.

Los vecinos quieren un calendario de ejecución o como mínimo un compromiso de mantenimiento, y acusan a la administración local de darles largas y no responder a sus peticiones.

La AVV ha mantenido reuniones con el teniente de alcalde Marc Armengol y con el propio alcalde, Jordi Ballart, en este caso el pasado julio. “Hacen caso omiso a la situación denunciada, por eso hemos recurrido al Síndic”.

El proyecto para enlazar las calles Transversal y Roca i Roca, atravesando dos manzanas a la altura de las calles Emili Badiella, Sagunt y Egara, pretendía mejorar la movilidad del barrio de Sant Pere, abriendo paso a una vía que conectaría directamente la avenida de Jaume I con la avenida de Josep Tarradellas. En paralelo, la operación contemplaba la posibilidad de conectar la calle Catalunya con Bartrina. Ni uno ni otro proyecto han visto la luz y, si las finanzas municipales no experimentan una mejora inesperada, difícilmente serán una realidad a corto plazo.

En su momento el Ayuntamiento y los vecinos vieron clara la prolongación de Transversal hacia el Este y decidieron afrontar la fase más compleja y costosa del proyecto, las expropiaciones. La administración ha adquirido un total de 13 casas -3 en Emili Badiella, 7 en Sangunt y 3 en Egara- en un largo proceso que en algunos casos ha acabado en los tribunales.

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