El portavoz de Catalunya Sí Que Es Pot en el Parlament, Joan Coscubiela, ve a la CUP "atrapada en el chantaje" que le hace el Govern para que facilite la aprobación de los presupuestos para 2017 si no quiere ser acusada de dinamitar el proceso soberanista. En una entrevista a Efe, reprochó a la CUP que se haya prestado a negociar los presupuestos de forma bilateral con el Govern en lugar de buscar un frente común con las izquierdas, lo que ha situado a los anticapitalistas en una situación de "debilidad" que los ha abocado a aceptar las condiciones que se les imponía.
Según Coscubiela, la CUP ha sido objeto del "chantaje" del Govern: "O aceptas la tramitación de los presupuestos o te cuelgo la responsabilidad de hacer descarrilar el proceso independentista".
El pasado martes, el pleno del Parlament validó la admisión a trámite de los presupuestos del Govern, con el apoyo de Junts pel Sí y la colaboración de la CUP, que cedió dos de sus votos para tumbar las enmiendas a la totalidad de la oposición, si bien los otros ocho diputados anticapitalistas se abstuvieron para dejar claro que aún no se hacen suyo el proyecto.
A pesar de que la CUP no ha garantizado su apoyo a la aprobación definitiva de las cuentas en el debate previsto para febrero y han anunciado que presentarán enmiendas, Coscubiela se mostró convencido de que los antisistema apoyarán finalmente tanto los presupuestos como la ley de acompañamiento.
El portavoz parlamentario de la confluencia de izquierdas en el Parlament considera que el Govern ha proporcionado una "coartada" a la CUP para renunciar a la "reforma fiscal" que reivindica sin que sus bases se rebelen.
Mala conciencia
La "coartada" consiste en impulsar desde el Parlament una proposición de ley conjunta de JxSí y la CUP, ya admitida a trámite, para crear un impuesto de activos improductivos por el que se gravan bienes inmuebles, vehículos de motor de gran potencia, embarcaciones de ocio de al menos ocho metros de eslora y aeronaves.
En opinión Coscubiela, sin embargo, este impuesto resulta "del todo insuficiente": "Es un mecanismo para lavar la mala conciencia de ERC, que ha renunciado a una reforma fiscal, y para dar una coartada a las bases de la CUP", a fin de que no veten las cuentas para el año que viene, a diferencia de lo que ocurrió con las de 2016.
El número dos de los comunes en el Parlament arremetió contra un proyecto presupuestario que considera "sumiso e insensible socialmente" y deploró el papel que ha desempeñado el vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Oriol Junqueras, al elaborar unas cuentas que son "las mismas que hacía Artur Mas" y que ERC "criticaba" cuando no tenía responsabilidades en el Executiu.