Los centros sanitarios de referencia en el municipio y comarca, Hospital Universitari Mútua Terrassa y Hospital del Consorci Sanitari de Terrassa (CST) asisten un promedio de seiscientos casos año por ictus que se define como una enfermedad aguda producida por una alteración de la circulación de la sangre en el cerebro. Esta lesión provoca en consecuencia déficits neurológicos, que se traducen en una pérdida de la capacidad del habla, de la visión y de la movilidad en un lado del cuerpo o en un brazo o una pierna. En este sentido, el doctor de Mútua Terrassa, Jerzy Krupinski, médico adjunto al servicio de neurología del Hospital Universitari Mútua Terrassa y coordinador Codi Ictus, explica que "pese a los avances en neurorehabilitación hasta el cincuenta por ciento de los pacientes nunca recuperará parte del todo sus capacidades. Esto afecta tanto a la vida laboral y familiar. Además de la parte visible, el ictus afecta también a funciones cognitivas. Cada ictus aumenta el riesgo de tener problemas de memoria a largo plazo y los problemas vasculares cerebrales representan la segunda causa de demencia después del Alzheimer".
Una de las causas que pueden desembocar en el ictus es la hipertensión arterial. También son factores de riesgo la diabetes, el colesterol y el tabaco. "De ahí la prevención que podría reducir hasta un ochenta por ciento los casos de ictus", según Krupinski. La mayoría de estos factores se relacionan con la presencia de arteriosclerosis. Los médicos subrayan la importancia del ictus en la medida que va en aumento. Los estudios apuntan que la incidencia anual del ictus en Catalunya es de 150 a doscientos casos por cada cien mil habitantes; lo que significa que una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida. En el año 2015 hubo 8.750 ingresos hospitalarios por ictus en Catalunya y cada año se diagnostican unos 12.500 nuevos casos en nuestro país. Las instituciones explican que los pacientes con más riesgo de sufrir esta patología son las personas de edad avanzada y propensos a problemas vasculares o cardíacos pero también hay casos en pacientes jóvenes y en niños. Así lo corrobora el jefe de neurología del Hospital de Terrassa, Antoni Rey, quien indica que "en los últimos años hemos detectado que los pacientes son cada vez más jóvenes, entre los 5o y 60 años, aunque en general el 75 por ciento de los ictus se producen en personas mayores de 65 años".