Terrassa

El Parlament aprueba construir en 2017 la residencia de Sant Pere Nord

El Parlament de Catalunya aprobó el miércoles construir la residencia y centro de día de Sant Pere Nord en 2017. Lo que parece (y es) una buena noticia para el barrio y para la ciudad, sin embargo, es probable que se quede en un gesto simbólico con una importante carga política ya que el Govern se abstuvo en la votación, al igual que la CUP, decisiva a la hora de tirar adelante los presupuestos y garantizar la ejecución de la medida.

La cruzada emprendida hace más de una década por los vecinos de Sant Pere Nord no ha encontrado aún límites. La presión ejercida para que se construya la ansiada residencia y centro de día en el barrio obtuvo el miércoles una recompensa en forma de resolución parlamentaria. La propuesta para que el Govern construya el equipamiento el próximo año, presentada por Catalunya Sí Que es Pot (CSQP), fue aprobada por todos los grupos del Parlament, excepto por Junts pel Sí y la CUP, que se abstuvieron. Estas abstenciones, si se traducen en ignorar la reivindicación en los presupuestos de la Generalitat para el próximo año, supondrían dejar al lado, de nuevo, el proyecto.

El presidente de la Associació de Veïns de Sant Pere Nord, Jaume Ávalos, es consciente de las dificultades de que la medida se lleve a cabo debido a las limitaciones del Parlament, que no tiene poder ejecutivo, a la hora de obligar al Govern a cambiar su agenda. "Sabemos que el hecho de que haya sido aprobada no significa que se construirá la residencia. Aunque el Govern no tiene obligación de cumplir con lo dictado por el Parlament, debería hacerlo puesto que, de lo contrario, estaría incumpliendo un mandato político", remarca.

La asociación apela, especialmente, a la sensibilidad de la CUP y a su "coherencia", recuerda Ávalos, ya que la formación votó a favor de esto mismo en el Ayuntamiento de Terrassa. De hecho, en el pleno municipal de octubre todos los partidos reclamaron la residencia para 2017.

Pase lo que pase, el apoyo recibido en el Parlament es "un paso importante" en la lucha emprendida por los vecinos y les da un nuevo argumento, subraya Ávalos, para presionar a la consellera de Treball, Afers Social i Famílies, Dolors Bassa. Precisamente, Bassa reiteró en dos ocasiones en el mes de noviembre que no podía comprometerse a construir el centro en 2017 ni en 2018. La última, hace poco más de dos semanas, cuando en un encuentro con el alcalde, Jordi Ballart, y con los vecinos ratificó que el proyecto no entraría en el presupuesto de 2017 y explicó que le gustaría poder afrontarlo en 2018, aunque sin comprometerse a ello.

Sí a la necesidad, no a la fecha
La propuesta de resolución que salió adelante el miércoles fue presentada por Catalunya Sí Que es Pot. Una delegación de la A.VV. se desplazó al Parlament para seguir el debate en directo, en la comisión de Afers Socials. El primer punto de la moción, en el que se insta al Govern a construir la residencia fue aceptado por todos, menos por Junts pel Sí, que se abstuvo. El tercer acuerdo, fruto de una enmienda de la CUP, contó con unanimidad. Se propone crear una comisión mixta, con representación del Ayuntamiento, la Generalitat y la Federació d’Associacions de Veïns de Terrassa, para analizar el déficit de plazas públicas de residencia en la ciudad y elaborar una propuesta consensuada.

El punto de la discordia fue el segundo, aquel en el que se insta al Govern a incluir una partida en los presupuestos que están a punto de aprobarse para que el próximo año se licite y construya la residencia para gente mayor. La petición se aprobó, pero con las abstenciones de Junts pel Sí y la CUP. Aquí Junts pel Sí presentó una enmienda que no prosperó en la que proponía construir la residencia "tan pronto como sea posible".

Desde el año 2000
A pesar de las dificultades para que se materialice la propuesta, los vecinos no tiran la toalla y recuerdan que hay un amplio consenso, tanto político como social, sobre la necesidad de levantar el equipamiento. En este momento la de Mossèn Homs es la única residencia pública de la ciudad, que tiene, además, varias plantas cerradas. En la etapa democrática ningún gobierno ha construido una residencia en Terrassa, la cuarta ciudad más grande de Catalunya, donde el 16% de la población tienen más de 65 años.

La residencia de Sant Pere Nord está proyectada desde el año 2000. En 2006 Ayuntamiento y Generalitat firmaron el convenio para la construcción del equipamiento, que tendrá 120 plazas, y de un centro de día de 30 plazas. El proyecto está redactado desde 2009, con un presupuesto de ejecución de 9,2 millones de euros.

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