La conselleria de Territori i Sostenibilitat que dirige el terrassense Josep Rull anunció ayer la adjudicación del proyecto de la calzada lateral que en estos momentos existe entre Sant Quirze y Terrassa. Se prolongará tanto en dirección Terrassa como en dirección Sabadell y contempla la construcción de un nuevo viaducto que atraviese, paralelo al ya existente, la riera de Les Arenes. Esta será la tercera de las actuaciones que se llevarán a cabo en torno a la C-58 al objeto de mejorar la fluidez del tráfico en esa vía. Las intervenciones, que han sufrido importantes retrasos, se iniciarán con la ampliación del carril auxiliar que ahora se inicia en la salida de los polígonos industriales de Can Parellada y llega hasta prácticamente Sant Quirze. La segunda intervención se realizará en el enlace con la AP-7 punto que genera importantes retenciones porque un gran número de vehículos toma esa desviación en hora punta.
Es necesario destacar la sensibilidad y la celeridad del conseller Rull en activar una intervención absolutamente necesaria; él conoce bien el territorio y es muy consciente de la necesidad de oxigenar la C-58. Se trata de la que es con toda probabilidad la vía más presionada de Catalunya, con un nivel utilización que supera los 160 mil coches diarios a la entrada de Barcelona y que supera con creces los 50 mil a la altura de Terrassa.
Todo y ser valorable la sensibilidad del conseller Rull no está de más que recordemos que las intervenciones que se van a llevar a cabo, de cuya eficacia no dudamos por el momento, no son la reivindicación que se realiza desde el territorio y eso, en la conselleria de Territori, lo deben saber. Se van a prolongar vías auxiliares, pero no se va a construir realmente un tercer carril en la autopista como se pedía. Con toda seguridad, los viales auxiliares contribuirán a dar aire a la C-58, pero quedará pendiente la ampliación de la autopista que es lo que en realidad se ha pedido históricamente para paliar la congestión diaria e incluso de fin de semana que se produce en esa autopista.
Es cierto que existe una teoría que habla que en cuestión de infraestructuras viarias, la oferta genera demanda y que el tercer carril estará igualmente congestionado al poco tiempo de construirse. Por ello, no mala medida que se prolonguen los carriles auxiliares, pero tampoco se puede poner en cuestión que la realidad de la movilidad en el Vallès exige ese tercer carril y una C-16 sin peaje en Les Fonts.