Aprender a desenvolverse dentro de un mercado, reconocer las distintas paradas y alimentos, calcular las cantidades necesarias para hacer panallets, comprar los productos y comprobar el cambio. Estos eran los objetivos de la visita al Mercat de la Independència que los alumnos de segundo de Primaria de la Escola Ponent hicieron ayer.
Cincuenta niños y niñas de siete años salieron por un día de las aulas y se acercaron al mercado para seguir aprendiendo fuera de la escuela. Divididos en cuatro grupos, llevaron a cabo las tareas que les habían encomendado: comprar los productos necesarios para poder celebrar la fiesta de la Castanyada, y ayudar, así, a los compañeros de educación infantil en su tarea de elaborar panallets.
Mientras que algunos de los grupos se encargaron de comprar castañas, calabazas, moniatos y patatas, otros compraron los frutos secos. Antes, en clase, des de la asignatura de matemáticas habían calculado las cantidades necesarias y hecho una previsión del gasto. Además, habían trabajado las frutas de otoño, que una vez en el mercado, pudieron reconocer ante sus ojos. Previamente, las maestras habían explicado también a los alumnos las pautas de conducta que deben regir una visita al mercado, unas pautas que los estudiantes pudieron poner a la práctica durante su salida.
"Hacer un recorrido por varias paradas abre la mirada de los niños a un espacio de comunicación vivo, donde deben respetar, escuchar, conversar, compartir, observar y organizarse, algunos de los valores que queremos potenciar desde todos los ámbitos, explican desde el centro educativo. Y es que el tema común que trabajan este año los alumnos de la Escola Ponent desde P3 hasta Sexto de Primaria son los "Valores". "Con esta visita llevamos el aula fuera de la escuela y mostramos a los alumnos los distintos valores de comprar en el mercado como el de la proximidad", explicó una de las profesoras.
Allí, fueron los propios estudiantes quienes buscaron los productos que debían adquirir, los pidieron a los dependientes de las distintas paradas y pagaron con el dinero que les entregaban las profesoras. En cada grupo, además, había un encargado de llevar la cesta de la compra.
"Para nosotros, que creemos en la necesidad de contemplar las diferentes inteligencias múltiples en los procesos de aprendizaje, la visita al mercado representa una gran oportunidad que intentamos mantener en cada curso porque la valoración que hacemos es muy satisfactoria", aseguran desde la escuela. Este año, la actividad ha sido subvencionada por la Associació de Concessionaris del Mercat de la Independència.
