El papel del Ayuntamiento de Terrassa como gestor directo de los mercados municipales tiene los días contados. La Ley de Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas 39/2015 elimina la obligación de los municipios grandes de tener mercados públicos, entendiendo que hoy la oferta de alimentación es suficientemente amplia y variada para que los municipios no deban garantizar ese servicio.
La nueva normativa entra en vigor en octubre y el Ayuntamiento de Terrassa ya ha iniciado negociaciones con los mercados municipales -Mercat de la Independència y Mercat dels Triomf- para implantar el nuevo modelo.
La administración local tiene voluntad de retirarse de la gestión aunque, a diferencia de otros municipios que han optado por cerrar sus mercados,"nosotros estamos por el modelo, defendemos la tipología de venta de proximidad y no queremos que se pierdan", explica Amadeu Aguado, concejal de Comercio y Turismo.
En los próximos meses la administración tiene voluntad de retirarse progresivamente de la dirección de los mercados, que caminan inexorablemente hacia un marco de autogestión. El modelo definitivo no está definido aún y puede incluso ser distinto en cada equipamiento, apuntan desde Comercio. La voluntad es que "acordemos un
modelo cómodo para los paradistas y que seamos capaces de llegar a una propuesta de consenso lo antes posible, de cara a su aplicación como muy tarde a principios de 2017", comenta Aguado.
Las reuniones con los vendedores de los dos mercados municipales ya han empezado y cuentan con el asesoramiento de la Diputació de Barcelona. La normativa está clara y, en materia de gestión, descarga por completo a la administración de todo lo relacionado con la intendencia. Si el Ayuntamiento es propietario de l edificio, como es el caso de Terrassa, pasa a ejercer de mero casero.
La intervención del Ayuntamiento de Terrassa ha dejado claro a la concejalía de Comercio y Turismo que "debemos retirarnos de la gestión, las tasas pasarán a ser alquileres y, como desaparece la obligatoriedad de que existan mercados, no será necesario invertir dinero público", apunta el concejal Aguado.
Todo lo relacionado con la gestión y el mantenimiento pasará a ser responsabilidad de los comerciantes, que también deberán decidir cuestiones como el numero de paradas, las tipologías de venta y financiar las reformas o mejoras que se lleven a cabo.
"Es un nuevo parámetro -ilustra Aguado-. Si alquilo un local para una tienda, las obras se las pagará el inquilino". El político explica que "las reformas internas -incluida la polémica climatización del Mercat de la Independència-, deberán correr a cargo de los comerciantes, mientras que las estructurales -como la fachada- irían a coste del Ayuntamiento".
Estructuras propias
En los próximos meses la administración retirará las figuras del director del mercado y el delegado para las cuestiones logísticas. Las asociaciones de comerciantes deberán asumir sus funciones mediante estructuras propias de gestión.
"Las gerencias de los mercados ya tienen experiencia -apunta Aguado- y nos tendrán a su lado si necesitan más personal para la gestión".
En el caso del Mercat de la Independència, los comerciantes asumieron temporalmente la gestión de la logística del recinto comercial a finales del pasado año y principios de 2016. Desde entonces reivindican continuar ocupándose de la intendencia. "La experiencia fue muy buena", recuerda el concejal socialista.
"Proponemos gestionar cuestiones como los turnos de limpieza, el horario del personal de seguridad o la reparación de las averías -explicaba en junio Yolanda Alfaro, presidenta de la Associació de Concesionaris del Mercat de la Independència-. No queremos las llaves del mercado ni hacer contrataciones. Sólo resolver los problemas con agilidad, como ya hacen otros mercados catalanes, y ahorrarle un dinero al Ayuntamiento de Terrassa".
La reforma legal, sin embargo, va un paso más allá y descarga en los mercados cualquier iniciativa relacionada con la actividad comercial, incluidas las campañas de difusión y las mejoras del espacio de venta.
"Vamos a consensuar al máximo el nuevo modelo y cuando lo cerremos, articularemos las bases de la intervención administrativa y los procedimientos de cesión de los espacios", apunta Aguado. "Y seguiremos dinamizando los mercados como lo hacemos con el resto de ejes comerciales. La referencia de ese nuevo papel que juega el Ayuntamiento es la campaña que llevamos a cabo en los opis bajo el lema ‘Fes mercat, fes patrimoni’. Es un claro ejemplo de como el Ayuntamiento puede seguir defendiendo esta tipología de comercio".
La administración espera acordar un modelo "cómodo para los vendedores" y aplicarlo como muy tarde a principios de 2017