Un total de dieciocho jóvenes han participado este verano en el campus impulsado por el servicio de deportes del Ayuntamiento, destinado a personas que tienen algún tipo de discapacidad. El viernes fue el último día en que se desarrolló el mencionado campus. Y fue una jornada distinta, puesto que los chicos que han compuesto esta familia estival recibieron la visita del alcalde, Jordi Ballart, así como de la concejal de Capacidades Diversas y Accesibilidad, Meritxell Lluís, y del edil de Deportes, Dani Nart.
El consistorio egarense ha llevado a cabo esta iniciativa en colaboración con el Club Egara. La entidad deportiva ha cedido el uso de sus instalaciones por séptimo año consecutivo para desarrollar dicha actividad. En la organización del campus también ha colaborado la Obra Social “la Caixa”, que ha aportado un total de ocho mil euros para cubrir los gastos que algunos de los usuarios del campus han necesitado para sus desplazamientos, debido a que han requerido un transporte adaptado para acudir hasta el club.
Deporte
Este campus tan especial se ha dirigido a personas que tienen alguna clase de discapacidad, ya sea de tipo físico, intelectual o sensorial. Con el requisito, en cuanto a la edad, que fueran mayores de ocho años. El citado campus se inició el pasado 5 de julio y se ha desarrollado hasta ayer mismo, siempre en horario de mañana, es decir, desde las ocho y media hasta la una y media de la tarde.
El objetivo básico de esta propuesta auspiciada por el Consistorio es que los participantes pasen unas jornadas lúdicas y deportivas al llegar el verano. Y, de paso, que se familiaricen con diferentes modalidades del deporte adaptado dentro de un espacio que favorezca su contacto con el medio natural.
Entre las disciplinas programadas por el campus se han encontrado la natación, así como otros deportes acuáticos, el tenis, el baloncesto, el hockey, el fútbol, a parte de otros juegos pensados tan solo para la diversión de los jóvenes. Siempre teniendo en cuenta que la práctica de cualquiera de estas especialidades deportivas requería adaptarlas a las posibilidades de cada uno de los participantes. Fomentar la relación entre los miembros del campus también ha sido uno de los aspectos más positivos.