Tres individuos han sido imputados porque los mossos los detuvieron cuando intentaban entrar a robar en una nave. Y en la nave en cuestión había una plantación de marihuana, con más de quinientas plantas. Y el presunto responsable del cultivo también fue detenido.
Todo empezó con la llamada de un testigo que, a las dos de la madrugada del 10 de julio, contactó con la policía: dijo que unos tipos estaban asaltando un edificio en la calle de Vigo, en Torre-sana. Dio las señas y unos mossos d’esquadra se dirigieron allí.
Tres individuos, tres varones, se encontraban en la zona. Uno, al parecer, vigilaba en las inmediaciones del edificio; era el centinela presto a alertar a los otros dos si la cosa se ponía fea. Pero seguramente no tuvo tiempo de dar la voz de alarma a sus compinches, pues los mossos pillaron a los otros dos en el interior del inmueble. La puerta de acceso estaba forzada. Dos dentro, uno afuera. Los tres fueron detenidos como presuntos autores de un robo con fuerza. Uno, venezolano, tiene 43 años. Los otros dos, de nacionalidad española y marroquí, respectivamente, 29 y 26 años.
En un sótano
Apresados los presuntos asaltantes los mossos se emplearon en inspeccionar el sitio. El olor reinante condujo a los policías a la plantación. Tuvieron que bajar unos cuantos peldaños, pues los tiestos alineados estaban ubicados en un sótano y a ese departamento subterráneo no se llegaba de cualquier manera. La entrada era un acceso oculto, difícil de ver.
Arribaron los mossos y allí localizaron el cultivo interior, una plantación más de las muchas intervenidas en los últimos meses, pero distinta a otras por las circunstancias del hallazgo y por la envergadura de lo hallado: allí había 509 matas de cannabis.
Los agentes confiscaron tanto las plantas como el material usado para su cultivo, y principiaron la investigación para encontrar al responsable de aquello. Al cabo de unas horas, fue detenido. Al parecer, era amigo del dueño del edificio, en principio ajeno al cultivo cannábico. El arrestado, de 49 años y de origen colombiano, está acusado de un delito contra la salud pública (tráfico de drogas) y de uno de defraudación del fluido eléctrico, pues tenía la luz “pinchada”.
El detenido pasó a disposición judicial y salió del Palacio de Justicia en libertad con cargos, como los tres sujetos que habían sido apresados poco antes que él cuando asaltaban la nave y, así, dieron paso a la actuación policial que culminó con las cuatro detenciones.