A saber: obsesión de la que paraliza el entendimiento, ninguna. Precaución, toda la posible. "Se debe tener cautela, pero no perder la libertad de ir tranquilos por la calle", aconseja una agente de los Mossos d’Esquadra a Maria Lluïsa, entre secadores y espejos, en la peluquería donde a Maria Lluïsa la acaban de dejar hecha un pincel, fulgente. Tres mossos han visitado el centro de estética, el de Irene Anter, en el paseo de Lluís Muncunill, para hablar con Irene y con clientas, para repartir folletos con recomendaciones de seguridad a fin de evitar robos en la calle, ahora que viene el pago doble de pensiones a personas mayores.
El operativo policial, bautizado como Vetus, se lleva a cabo todos los meses, pero los mossos lo refuerzan cuando toca paga extra. Los ladrones, peritos en ardides, conocedores de hábitos de sus víctimas potenciales, saben que muchos pensionistas retiran de los bancos más dinero en efectivo que de costumbre, y ahí están ellos, los rateros, dispuestos para la rapiña en múltiples formas.
Así que mucho cuidado a partir del próximo lunes, 27 de junio. Cuidado, que no fiebre obsesiva. A veces, actuaciones de sentido común, preventivas, constituyen el mejor antídoto contra los delincuentes que merodean por los aledaños de entidades bancarias procurando víctimas, por lo común gente mayor o de especial vulnerabilidad.
Acompañamiento
Algo de sentido común: no sacar mucho dinero de golpe, y justo el primer día de cobro; si es absolutamente necesario hacerlo, acudir al banco acompañado de alguien de confianza. Los ladrones vigilan con paciencia y llegan a entrar en las sucursales para observar qué hace aquel cliente al que siguen y mandan la información a los compinches que están afuera. Otro consejo preventivo: no meter todo el dinero en un sobre o una cartera, sino repartirlo, distribuirlo en varios bolsillos. Y el bolso, cerca del cuerpo, por delante y cruzado.
¿Cuáles son las estrategias de los malhechores? Los mossos resaltan que algunas técnicas son novedosas, pues los rateros se adaptan a los tiempos y modifican sus acciones, pero otras sólo representan evoluciones de la tradición picaresca, no por antiguas menos efectivas. Los carteristas alternan métodos y muchas veces las mismas bandas están detrás de golpes con distinto envoltorio. Éstos son algunos de los modos de operar de estos ladrones especialistas y su denominación en el argot policial:
► Los carpeteros. Se acercan a sus víctimas con el pretexto de recoger firmas para una causa benéfica o una asociación y aprovechan cualquier descuido para robar teléfonos móviles, bolsos o bolsas; en muchas ocasiones colocan las carpetas con maestría para tapar la mano que perpetra el robo.
►La mancha. Uno de los métodos clásicos de actuación delictiva. Los delincuentes, que trabajan en grupo, manchan a la víctima con alguna sustancia, como chocolate o tomate, con mucho disimulo, y sus compinches se acercan al afectado con la excusa de ayudarle a limpiarse. Y le birlan el dinero que acaba de sacar del banco.
►Las claveleras. Usan formas similares a los carpeteros, pero con la venta de claveles. En Terrassa su presencia no es habitual, pues estos saqueadores acostumbran a actuar en zonas turísticas de costa.
►Las mimosas. Han hecho estragos en los últimos años en esta ciudad y en otras. También llamadas "cariñosas" o "teletubbies", estas delincuentes se aproximan a las víctimas, simulan que son amigas o conocidas de algún familiar y empiezan a dar abrazos y besos, con gran efusividad. Y así, palpando, sustraen joyas o dinero. En algunos casos, cuando los asaltados son hombres, las ladronas llegan a hacer tocamientos libidinosos para confundir al perjudicado y quitarle con cautela objetos de valor.
►Los maperos. En Terrassa han actuado varias veces. Van en coche, paran delante de la víctima, bajan del automóvil y preguntan por una dirección mientras despliegan un mapa. Hacen ver que tienen prisa. Y acaban robando las pertenencias de la persona a la que han elegido para formularle la pregunta. Lo hacen mientras agradecen la información, con apretones de mano o con abrazos, o justo cuando abren el mapa que utilizan de parapeto.