En la película "La lengua de las mariposas", basada en el cuento homónimo de Manuel Rivas y dirigida por José Luis Cuerda, el maestro Don Gregorio (Fernando Fernán Gómez) gusta de llevarse de vez en cuando a sus alumnos a pasear por el bosque para así entender mejor la naturaleza, los animales, los bichos… Don Gregorio defiende que los conocimientos impartidos en clase necesitan de una observación práctica para una mejor compresión. Y cabe decir que, en el film, los niños, especialmente Moncho, el protagonista, agradecen la propuesta.
La historia de Rivas se nos apareció como un flash cuando acompañamos a un grupo de alumnos de la Escola Antoni Ubach a la Biblioteca Bd2 de Ca N’ Anglada para participar en el "Jardí de contes". Los niños, de 4 años, asistían a una sesión de cuenta cuentos con historias relacionadas con la naturaleza y después, guiados por personas mayores, paseaban por una pequeña zona ajardinada y de cultivo. "¿Esto que es?, les preguntan los séniors. "Es una col", explican. "¿Os acordáis? ¿Qué le pasa a "Patufet" con la col?", añade la maestra.
Iniciativa
Las palabras con las flores, plantas, árboles y los productos del huerto se dan la mano en este "Jardí de contes" de la Bd2 y que se lleva a cabo bajo el paraguas del Ayuntamiento a través de las concejalías de Personas Mayores (en el programa "Amics de la Gent Gran") y Cultura. También colaboran otras entidades a título particular como Fupar que, a través de su centro de jardinería, facilita flores para plantar y semillas de productos a cultivar.
Explica Montse Llovera, directora del centro, que el proyecto comunitario surgió con el objetivo de ofrecer una actividad que implicara a mayores y jóvenes y que aportara cohesión social. Del conjunto de propuestas se optó por la creación de un zona ajardinada con la participación de los mayores y después se sumó la visita de escolares con el incentivo de la lectura asociada a flores y plantas.
Llovera indica que con este programa transversal daban respuesta a varios frentes: " Rehabilitábamos el patio interior generando una actividad en la que implicábamos a las personas mayores. Y, además, conseguíamos interrelacionar esta acción de jardín comunitario con la lectura y los niños".
La primera fase fue pues darle nueva vida al patio para sumar después las escuelas. Para la directora, la experiencia está siendo muy alentadora. "El proyecto fue muy bien acogido desde el principio y ya tenemos un buen número de colegios apuntados. Incluso hemos tenido una visita de alumnos del ciclo de FP de atención a la dependencia de Cultura Pràctica. Estamos contentos. El objetivo estaba encaminado a un jardín más que jardín y huerto pero lo hemos adaptado porque lo interesante es que se mantenga la filosofía de la actividad y esta no ha variado".
Aliciente
El proyecto de la Bd2 ha conquistado a sus participantes. Patrícia Alejandra Zaracho, coordinadora de la zona ajardinada, cuenta que "para las personas mayores es un aliciente ver cómo crece lo que siembran (hay planas y flores y también productos de temporada) y explicar su tarea a los jóvenes". A su lado, Perfecto, de 84 años, y Maria Carmen, de 78 años, dicen sentirse muy a gusto. "Es una distracción muy buena para romper la rutina, salir de casa y olvidarse de los problemas", coinciden en señalar. "Mejor estar aquí que en el sofá tumbado", añadió Perfecto. "Aquí te relacionas", agregó Maria Carmen. De ello da fe Patricia Alejandra que procede del proyecto municipal de huerto comunitario de Ca N’ Anglada en la avenida de Barcelona. "Estuve trabajando allí durante dos años y tras la experiencia, junto con la formación realizada en atención sociosanitaria, el Ayuntamiento me ofreció conducir esta actividad en la biblioteca. Estoy muy orgullosa porque nos ha quedado una reserva natural preciosa".
Las escuelas que visitan este "Jardín de cuentos" también se muestran satisfechas. Carme Benavell, tutora de párvulos de 4 años de la Escola Antoni Ubach, indicó que "esta actividad es un recurso pedagógico con nota alta. Los niños lo pasan muy bien y aprenden muchas cosas. Aprenden cuentos, a leer, a escuchar, a respetar el silencio y tienen la oportunidad de ver elementos que han aparecido en el cuento". Los niños de P4, tras visitar el jardín, regresan al espacio de lectura. Se sientan en corro, se piden silencio, abren los ojos… Y la monitora de la biblioteca abre las páginas de un libro con dibujos y letra grande que empieza así: "Érase una vez una gallina roja que halló granos de trigo y decidió sembrarlos para hacer pan para todos sus amigos…".
