La fiesta de Els Tres Tombs, celebrada el domingo, se vio empañada por un triste suceso. Una joven amazona tuvo que ser evacuada en helicóptero por los equipos del SEM tras sufrir una caída de su caballo que se desbocó y no pudo dominar. La joven, de 30 años y de Vacarisses, fue ingresada en el Hospital Vall d’ Hebron de Barcelona con traumatismo craneoencenfálico grave. La paciente continuaba ayer con pronóstico estable dentro de la gravedad, según el centro sanitario.
Los hechos ocurrieron sobre las once de la mañana a pocos metros de los depósitos de Can Boada, punto de encuentro para empezar el desfile de Els Tres Tombs. El presidente de la Amics de Sant Antoni Abad, Joaquim Riera, explicó que una persona dio la alerta del accidente. “Sabemos que la chica subió al caballo y este no respondió como esperaba. Intentó controlarlo unos minutos en la zona no urbanizada pero cuando llegó al asfalto se produjo la fatal caída. Y con la máxima celeridad avisamos a los equipos sanitarios y de seguridad para que recibiera la asistencia adecuada. Lamentamos mucho lo ocurrido”.
Tras constatar que se había hecho todo lo que era necesario, Amics de Sant Antoni Abat decidió iniciar la cabalgata que llegó con algo de retraso por lo sucedido. Carros, carruajes y caballos sustituyeron a los coches por un rato y su presencia sobre el asfalto dibujó una imagen inusual en nuestros días. La fiesta, en honor al patrón San Antonio Abad, fue seguida por un numeroso público, esencialmente familiar que quiso revivir el ambiente rural de épocas pasadas y recordar cómo era el transporte d e mercancías cuando no había ni maquinaria ni vehículos. El desfile partió de los depósitos de Can Boada y recorrió la avenida de Josep Tarradelles y la Rambla d’Ègara para después iniciar una segunda vuelta en esta última vía a la altura del Centre Cultural de Terrassa. La comitiva se abrió con las Majorettes y la Banda de Sants de Barcelona, seguida de una representación de los Mossos, la presencia de la abanderada, Carolina Riera y de la portadora del banderín, Imma Cadafalch, la imagen del santo y el carruaje de las autoridades, con el alcalde Jordi Ballart, el presidente de Amics de Sant Antoni Abat, Joaquim Riera, y el concejal de Cultura, Jordi Flo. A continuación empezó el desfile más esperado protagonizado por los jinetes y sus caballos y los “traginers” con sus carruajes y carretas. El público, el concentrado en la Rambla, disfrutó con la variedad de caballos, con su trote altivo y elegante, y ataviados algunos de ellos con sus mejores galas. Junto a los caballos a un paso más lento pero decidido un conjunto de ponnis, algunos montados por jinetes de corta edad y otros tirando de pequeños carros.
Expectación
El paso de estos carromatos con un buen tiraje de caballos fue el que generó más expectación, sobre todo cuando aparecieron los que transportaban frutas y hortalizas o los de mayor envergadura como los de la cervecería Damm, con su decenas de barriles bien ordenados y sujetos, y el procedente de La Llagosta cargado con grandes sacos y balas de paja. Este último, que transportaba un perro en lo alto de la mercancía ofreció una de las imágenes simpáticas de la rúa. Tanto fue así que en una pausa del recorrido, hubo gente que aprovechó para preguntar al “traginer” de La Llagosta si el can se sentía cómodo en las alturas a lo que respondió que sí, que estaba muy acostumbrado y que sabía que su sitio estaba allí, sobre los sacos, vigilando el producto para la venta.
Tras la cabalgata, los participantes clausuraron la fiesta con un almuerzo en el Hostal El Fum. Por otra parte, añadir que en la información publicada el sábado se dijo por error que la persona recordada en el programa de actos era el cantante Manolo Escobar cuando en realidad es un terrassense con el mismo nombre que fue un referente de la asociación.