Las restricciones de tráfico de la Ronda de Ponent tienen los meses contados. El Ayuntamiento de Terrassa ha decidido asumir de forma subsidiaria la readecuación del eje viario y antes de finales de año empezarán los trabajos para que recupere los dos carriles de circulación. Las obras durarán unos 12 meses, de manera que a finales de 2017 la ronda volverá a ser transitable.
Jordi Ballart, alcalde de Terrassa, presentó ayer el proyecto junto al teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad, Marc Armengol. “En diciembre de 2014 tomamos la difícil decisión de cerrar parcialmente un tramo de la vía en Can Boada ante la degradación de los taludes”, explicó Ballart. La adecuación que ahora se llevará a cabo “permitirá recuperar los dos sentidos de circulación y supondrá una mejora significativa de las condiciones de accesibilidad y seguridad”.
El proyecto interviene de forma especial en la zona “de riesgo”, los tres metros de calzada más próximos al talud de la riera y que desde 2014 están restringidos al tráfico. En ese punto se perforará el suelo hasta encontrar terreno sólido y se instalará un anclaje en profundidad sobre el que se asentará la nueva calzada.
Vallado más seguro
El piso ganará unos metros de anchura que permitirán ampliar las aceras. Además, en el tramo más próximo al lecho de la riera, la calzada contará con un nuevo vallado más seguro, como el de las autopistas, y volará ligeramente sobre el talud. Ese zócalo protegerá de la lluvia a modo de paraguas las paredes laterales de la riera. En ellas se plantará vegetación autóctona que contribuya a estabilizarlas.
“La urbanización aportará valor añadido al proyecto -explicaba ayer Marc Armengol-. porque se instalará vallado nuevo, se ampliarán las aceras y se renovará la iluminación”.
Los trabajos afectarán a 1,5 kilómetros de ronda, entre las calles de Francisco de Vitoria y de Orà. Se ejecutarán por tramos, lo que permitirá ir abriendo fases al tráfico y, aunque se prevé que afecten a la movilidad de la zona, se mantendrá como mínimo un carril de circulación. “La intención es que durante las obras, en ningún caso la situación sea peor que la actual”, comentó ayer Armengol.
El proyecto ejecutivo
Los servicios técnicos municipales redactarán los próximos meses el proyecto ejecutivo de la adecuación de la ronda, lo que permitirá cerrar el calendario de las obras. La primera fase de los trabajos, la que se abordará este año, cuenta con una dotación en presupuesto municipal de 814 mil euros. El total de la ejecución rondará los dos millones, según adelantó ayer el alcalde Jordi Ballart.
La redacción del proyecto, que deberá contar con el visto bueno de la Agència Catalana de l’Aigüa, viene precedía de un estudio pormenorizado de la ronda y de la riera. Se ha analizado el estado de los taludes, de la calzada y se ha explorado el subsuelo para la localización de terreno firme. El resultado ha sido tres propuestas alternativas entre las que se ha escogido la que se ejecutará.
El coste de los rabajos técnicos también lo asume de forma subsidiaria el Ayuntamiento de Terrassa.
Marc Armengol destacó ayer la relevancia de restablecer la circulación en los dos sentidos de la marcha en “una vía principal como la Ronda de Ponent, que une distintos barrios y funciona como circunvalación urbana”. A la altura de la calle del Doctor Fleming, el eje viario registraba antes de la restricción un flujo diario de 15 mil vehículos en ambas direcciones. En ese mismo punto, actualmente circulan 7 mil vehículos en sentido único.
Limpieza de las rieras
El equipo de gobierno informó ayer de que el Ayuntamiento actúa, también de manera subsidiaria, en la limpieza y el mantenimiento de las rieras, trabajos que acarrean una inversión superior a 20 mil euros.
En concreto, dos equipos de operarios contratados a través de planes de ocupación han trabajado en el mantenimiento de la riera de les Arenes, retirando árboles y vegetación del tramo situado al sur del puente de Sant Llorenç. En esa zona también se ha procedido a la limpieza de residuos acumulados.
En paralelo, la Fundació Mina y la plataforma Alei han trabajado en la riera de Les Arenes, aguas arriba del puente de Sant Llorenç, mientras que la Associació Alba y L’Heura lo han hecho en distintos puntos, a través de un programa de subvenciones de la Diputació de Barcelona.