El Aula Magna del Centre Cultural acogió el miércoles una charla-entrevista entre Jordi Labòria, portavoz del Pacte de Terrassa pel Dret a Decidir, y Jordí Sànchez, presidente de la Assamblea Nacional Catalana (ANC). Durante el acto organizado por la sección local de la ANC, Terrassa per la Independència, los dos conferenciantes hablaron durante más de hora y media sobre el momento que vive el llamado proceso catalán.
Labòria, que ejerció de moderador, dividió la charla en cinco apartados: cómo está el proceso, cómo ampliar la base social del independentismo, cuál debe ser el papel de las fuerzas independentistas en las negociaciones para formar un gobierno en España, la judicialización del conflicto y la contraposición del proceso a los problemas sociales.
Recuperar la ilusión
Sobre la primera cuestión, Sànchez afirmó que "las últimas semanas han sido enormemente complejas, todos hemos cometido errores y se han producido heridas relativamente profundas que no han acabado de cicatrizar", a lo que añadió que "necesitamos recuperar la ilusión y encontrar un nuevo sentido a las movilizaciones ciudadanas que tendremos que volver a hacer". Respecto al pacto al que llegaron finalmente Junts pel Sí y la CUP, el presidente de la ANC opina que es "un buen acuerdo para avanzar hacia la consolidación del nacimiento de la República Catalana".
Sànchez destacó que existe una mayoría parlamentaria a favor del proceso, lo que considera esencial ya que con "la calle sola no podremos salir adelante, necesitamos a los partidos y a las instituciones" y viceversa. Así pues, defendió que "debemos aprender a andar con la complicidad del trabajo del Govern, el del Parlament y el de la calle" y que la nueva constitución debería tener en cuenta las aportaciones ciudadanas.
Además, considera que el proceso ha pasado por un ciclo de euforias y depresiones sucesivas en el que los puntos álgidos han sido el 9 de noviembre de 2014, la convocatoria de elecciones "plebiscitarias", el 27S y el acuerdo entre Junts pel Sí y la CUP para investir a Puigdemont; y los de desánimo, los periodos comprendidos entre estas fechas. "Con la investidura hemos vuelto a activar el estado de ánimo pero aún no lo hemos recuperado del todo", indicó, a lo que añadió que la noche del 9 de noviembre de 2014, Mas hubiese tenido que firmar el decreto de nuevas elecciones y "ahora tendríamos un escenario totalmente diferente".
El presidente de la ANC aseguró que "no existe ningún país en el mundo que haya vivido durante tanto tiempo una movilización ciudadana como la que está viviendo Catalunya". En este línea, afirmó que "con una participación de casi el 80% y una campaña en contra desde Madrid, que consiguiésemos el 48% de los votos el 27 de septiembre nos demuestra que la masa social favorable a la independencia es más robusta de lo que pensábamos". Aún así, considera que faltó la guinda del pastel, haber conseguido más del 50% de los votos (cosa que cree que se habría logrado si se hubiese celebrado un referéndum) y el diputado por Girona que "terminamos perdiendo". Además, cree que hace falta ampliar la base del independentismo, sobretodo entre los jóvenes, "menos participativos", y la gente mayor, "que tiene miedo", trabajando especialmente con los que votaron Sí/No en la consulta del 9N.
Preguntado por el papel que deben jugar ERC y Democràcia i Llibertat en Madrid, Sànchez manifestó que sólo deben entrar en el juego si hay un compromiso para celebrar una consulta vinculante en la que se garantice el derecho a voto de todos los catalanes, en clara referencia a los problemas que tienen los residentes en el extranjero. Además, cree que no habrán nuevas elecciones "porque no interesa a nadie" y que el escenario más probable es el de encontrar "una figura de consenso para encarar el problema económico y el catalán durante los próximos dos años".
Derecho a decidir
También opinó que es necesario rehacer una mayoría favorable al derecho a decidir y que si en un período de 18 meses, Madrid no hace un paso adelante para poner las urnas "nuestra voluntad será inapelable y España habrá negado la salida negociada al conflicto". Por lo que respeta a la judicialización del proceso, cree que todas las estrategias que ha habido en este sentido "los han debilitado a ellos y a nosotros nos han fortalecido".
Por otra parte, no entiende que se contraponga el proceso a los problemas sociales "como si los independentistas fuésemos insensibles a las necesidades sociales". "Si algún sentido tiene la construcción de la república catalana es la de tener recursos propios y poder hacer políticas para hacer frente a estas necesidades", apuntó.