Después de que el equipo de gobierno calificara de “irresponsable” a la oposición por paralizar la compra de quince nuevos autobuses urbanos en el último pleno, y de que la oposición pidiera más cintura al ejecutivo para llegar tejer mayores consensos sobre el tema, ayer quienes hablaron fueron los representantes de los trabajadores de Tmesa, la actual gestora de la red de autobuses locales. En un comunicado, el comité de empresa urge a los partidos políticos de la ciudad “a que lleguen a un acuerdo en la mayor brevedad posible para poder prestar un servicio de calidad.”
Al mismo tiempo, desde el comité recuerdan que llevan tiempo reclamando “una renovación de la flota de modo urgente”, debido a que el progresivo envejecimiento de los vehículos podía acarrear problemas graves, ya que, por otro lado, los autobuses “trabajan una media de 16 horas al día de una forma ininterrumpida”.
Inquietud
Pero, además, en el comunicado de ayer, los representantes de los trabajadores dicen constatar “que la situación se va deteriorando diariamente y la ciudadanía debe poder utilizar el transporte público con tranquilidad y sin inquietud”. Por este motivo, desde el comité de empresa de Tmesa incluso ponen una fecha límite para que los grupos municipales alcancen un acuerdo, puesto que aseguran que deben hacerlo “este mismo mes de febrero, sin más dilación”.
El comité justifica la premura porque considera que la situación puede empeorar en los próximos meses, ya que al llegar el verano, la mecánica de los autobuses es cuando más sufre. “El servicio puede resentirse de un modo sustancial y ningún ciudadano merece pasar por tal situación”, concluye la nota. El teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad, Marc Armengol, se puso en contacto con los grupos de la oposición el jueves para tratar de desbloquear la situación de la compra de los nuevos autobuses.
En el pleno de la semana pasada, la moción del equipo de gobierno no prosperó. En una enmienda, Terrassa en Comú defendió una apuesta más clara por la tecnología híbrida, mientras que Ciutadans rechazó apoyar la propuesta del bipartito al apostar por reducir el número de autobuses híbridos a comprar de seis (tal y como planeaba el gobierno municipal) a cuatro.
Para que la decisión de adquirir los autobuses se haga efectiva en febrero, tal como pide el comité, la moción que llegue al pleno deberá centrarse en la propuesta gubernamental. De variar para acercarse a las peticiones de la oposición, serían necesarios nuevos informes que retrasarían la compra.