Los alumnos de primaria son mejores lectores. Así al menos se desprende de los resultados del programa Lecxit destinado a fomentar la lectura en esta etapa educativa. La iniciativa ha conseguido multiplicar por tres el número de niños con buena comprensión lectora; es decir que antes de participar en el programa, el 26 por ciento de los niños se hallaba en un nivel de compresión lectora que correspondía a su edad mientras que después de realizarlo durante tres cursos, esta cifra ha aumentado hasta el 81 por ciento, un valor que les sitúa en el nivel adecuado a su edad.
El Lecxit inició su andadura de la mano del departament de Ensenyament, Fundació Bofill y "la Caixa" en el curso 2011-12 en diez escuelas de Catalunya. Fue la primera experiencia piloto y la acogida fue tan exitosa que se decidió mantenerla y ampliarla. En los cursos siguientes se pasó de diez a veinte escuelas y se recogieron datos para evaluar sus resultados. El programa demostró su eficacia y se decidió su consolidación.
Este curso, el Lecxit alcanza 116 puntos de la geografía catalana -uno de ellos Terrassa- y una red de1.400 voluntarios. ¿Cuál es la clave de su éxito? Hay una que es esencial y es que cuenta con la implicación de la comunidad. Es decir, que los alumnos de primaria que se inscriben al programa cuentan para su sesión de lectura con la ayuda de voluntarios que, habitualmente, suelen ser alumnos de más edad o sea los que están ya en la ESO o bachillerato.
Bibliotecas y centros cívicos
Muchas de las sesiones, además, tiene lugar en bibliotecas y centro cívicos por lo que el alumnado sale de su marco escolar y entra en interrelación con un espacio socializador. El tiempo dedicado a la lectura suele ser una sesión a la semana en horario extraescolar de lunes a viernes.
El programa Lecxit en Terrassa se lleva a cabo con el apoyo del servicio municipal de Educación y presenta buenos índices de asistencia. En el curso pasado participaron 143 alumnos de primaria de nueve escuelas públicas: Agustí Bartra, Antoni Ubach, Font de l’Alba, Francesc Aldea, Isaac Peral, Joan Marquès Casals, Josep Ventalló, La Roda y Sant Llorenç. A su vez este colectivo recibió el apoyo de 87 voluntarios, 79 de los cuales estudiantes de secundaria de Blanxart, Cavall Bernat, Ègara, Goya, Joaquima de Vedruna Montserrat Roig, Santa Eulàlia y Terrasa.
Para los organizadores, el voluntariado es una pieza fundamental para el desarrollo de la iniciativa en la medida que actúa como un referente lector y una persona de confianza con la que el niño comparte su rato de lectura. Cabe decir que la mayoría de voluntarios (89 por ciento) son mujeres y que poco más de la mitad tiene menos de 26 años y son estudiantes de instituto o universidad. Otro doce por ciento son personas de más de 60 años (la mayoría son jubiladas) y el resto son personas en activo que trabajan o están en paro.
valoraciones
De los datos aportados por la organización también hay que destacar las valoraciones de los profesionales de la educación así como de las familias. El primer colectivo, el de los maestros, considera en más de un setenta por ciento que el alumnado que participa en el Lecxit ha mejorado en comprensión lectora pero también en fluidez al tiempo que demuestra más interés y está más motivado por la lectura. Las familias, por su parte, afirman en un 92 por ciento que sus hijos leen mejor y tienen más ganas de leer. Los niños valoran en su mayoría como positivo el hecho de tener una persona al lado que les acompañe y les ayude en su actividad lectora.
El programa Lecxit está considerado como innovador por su gran capacidad de réplica. En la primera etapa, la organización tuvo un papel muy destacado con el fin de lograr la máxima respuesta. En este momento sigue siendo el impulsor pero las escuelas y entidades que se apuntan funcionan con autonomía. Lecxit aporta la metodología, la formación del voluntariado, los materiales y el acompañamiento.